Dice la conseja popular: “¡Cada pueblo tiene el gobierno que se merece!”. Y en pocas ocasiones, como hoy, la conseja es puntual y certera.
Y es que con el voto a favor de Andrés Manuel López Obrador, una mayoría de mexicanos apostaron por el pasado, por la vuelta al populismo, a los gobiernos autoritarios y nada democráticos y por un camino que –según “los hombres del presidente Obrador”- apunta a la dictadura.
Por eso, aquí reconozco haber cometido una grave equivocación. ¿Por qué?
1. Porque estaba seguro que la mexicana –en su conjunto- era mejor sociedad que la estadounidense, que se dejó engatusar por una piedra como Donald Trump.
2. Porque estaba seguro que la sociedad mexicana había aprendido la historia de dictaduras como la cubana, argentina y chilena del siglo pasado –que trajeron a México a miles de refugiados-, y que había visto el espejo de dictaduras actuales como la de Venezuela y Nicaragua, por citar dos casos.
3. Porque estaba seguro que caería en tierra fértil la narrativa de un puñado de periodistas e intelectuales que documentaron –documentamos hasta el cansancio- las aberraciones, contradicciones y hasta boberías que proponía el hoy Presidente electo.
4. Porque confiaba en la sensatez y el sentido común de una sociedad que si bien enojada con el PRI y con la partidocracia, estaría aún más indignada al descubrir que Morena es el bote de basura de la escoria de la clase política, de lo más cuestionable del PRI; Morena es receptáculo de la traición, la venganza, el oportunismo, la ambición sin límite y la casa de quienes militan, sí y sólo sí, donde hay poder y dinero.
5. Porque confiaba en que la sensibilidad latina del mexicano rechazaría el engaño y la trampa de las redes, cuyos millones de bots contribuyeron a la impunidad y la confusión a favor del hoy Presidente electo.
6. Me equivoqué porque creí que millones de mexicanos verían primero por el bienestar de sus familias, por el futuro de sus hijos, por la estabilidad de sus empleos, antes que priorizar la venganza contra los políticos y sus partidos.
7. Y es que al votar mayoritariamente por Morena, todos esos mexicanos que hicieron Presidente electo a López Obrador votaron a favor de todo lo que cuestionaban, ratificaron todo por lo que se enojaron y se aseguraron que por mucho tiempo estará entre nosotros todo lo que pensamos jubilado.
Por todo lo anterior, me equivoqué y hoy la sociedad mexicana tiene el gobierno que se merece. Ya habrá tiempo de analizar los intríngulis de la victoria de Morena y la derrota del PRI, PAN y PRD; la historia juzgará a cada uno de sus políticos y candidatos.
Por lo pronto, debemos reconocer que López Obrador será el nuevo Presidente mexicano; un Presidente legítimo que llega al poder gracias a una democracia que hoy empezará su prueba de fuego.
Y en ese nuevo capítulo, aquí seremos los críticos más rigurosos y los ciudadanos más exigentes, porque el deber de salvar a la patria no se agota en una elección.
Al tiempo.