Nunca en la historia, la Casa Blanca, el Departamento de Estado, agencias federales ONGs, organismos empresariales y millones de estadounidenses vieron con interés, las elecciones presidenciales en México, como la de 2018, difundida ampliamente en la mayoría de medios electrónicos e impresos del país, por el impacto que tendrá en la relación bilateral.

Iniciada la jornada electoral, de la que -como se esperaba- se perfila como ganador Andrés Manuel López Obrador, candidato Presidencial de Morena, la Casa Blanca anunció que el Presidente Donald Trump “se reunirá con el candidato que resultara triunfador.

“Si el ganador fuera Andrés Manuel López Obrador, los resultados de la conversación telefónica inicial para felicitarlo y durante la transición, serán sorprendentes”, dijo el Consejero Nacional de Seguridad de la Casa Blanca, John Bolton.

Diarios como The Washington Post destacaron que “los mexicanos acuden a las urnas para elegir a un nuevo presidente mientras se tensan las relaciones con Estados Unidos” e incluyó información con el perfil de los candidatos, mientras The New York Times describía  la elección como “un referéndum al impopular presidente Enrique Peña Nieto y políticas que han derivado en violencia, economía estancada, pobreza y descontento”, de forma similar que lo hace la cadena de TV CNN, que comparó a AMLO con Trump.

El virtual triunfo de López Obrador fue seguido pasó a pasó por el gobierno de EU consciente de que este proceso depende el futuro de la compleja relación México EU, que tras décadas de confrontación, acusaciones mutuas y desconfianza en los años 90as, evolucionó a una benéfica integración comercial y cooperación sin precedentes en materia de defensa, seguridad nacional, inteligencia, seguridad publica, lucha contra los carteles, migración, educación, medio ambiente y otras áreas; avances que la retórica del presidente Donald Trump, ha puesto en riesgo por su imposición de tarifas al acero y aluminio y el secuestro ilegal de niños para forzar a sus padres indocumentados a no regresar a la Unión Americana.

Estados Unidos debe trabajar con el nuevo presidente de México en una renegociación del TLCAN que sea benéfico para los dos países, cementando la cooperación en la lucha contra el crimen organizado, trabajando juntos en la solución de los problemas que causan migración y abandonando la retórica actual” dice Anthony Wayne, Ex Embajador de EU en México, recordando que sólo en 2017 los beneficios del TLCAN rebasaron los 660 mil millones de dólaresen momentos en que Justin Trudeau, Primer Ministro de Canadá, aplicó tarifas a importaciones de Estados Unidos, por 13 mil millones de dólares, en represalia a los aranceles al acero y aluminio, que considera ilegales.

El fin del TLCAN significaría para EU el cierre de empresas, pérdida de 1.8 millones de empleos, rompería cadenas de abastecimiento, afectaría a empresarios y consumidores, eliminaría las visas “TN” y “E” que se emiten acCientíficos, tecnólogos, veterinarios, investigadores, ingenieros, abogados y economistas Canadienses y Mexicanos.

En este histórico proceso electoral participan casi 100 mil de los 11 millones de mexicanos que residen en Estados Unidos. La mayoría no pudo registrarse por la ausencia de campañas informativas que instruyeran acerca de la forma de obtener las credenciales de elector, solicitar las boletas y enviarlas por correo, en lugar de que -como hace la mayoría de los países- el voto se hubiera depositado en los consulados.

Políticos, líderes empresariales, analistas y expertos financieros y en seguridad están a la  expectativa de cambios ante el inminente ascenso de Andrés Manuel López Obrador a la Presidencia de la República. Desde el manejo de su política económica, TLCAN, inversión extranjera, energía, migración, seguridad, lucha contra el crimen organizado, hasta el imperio de la ley y respeto a los derechos humanos.

Aunque hay inquietud por la solución al desafío del narcotráfico, como la posible legalización de drogas y perdón a campesinos que la cultivan, la mayoría expresa optimismo considerando que López Obrador daría continuidad de la creciente cooperación con el gobierno de Estados Unidos si el presidente Trump  cede en su intento de construir un muro, militar la frontera e insultar al Pueblo Mexicano.

Pero el presidente Trump que no parece dispuesto a eso, declaró este domingo que “no está contento con la revisión del TLCAN, criticando la resistencia de México y Canadá a su intento de imponer la Cláusula “Sunset” para revisar el tratado cada 5 años y reglas de origen que obliguen a un mayor contenido de acero de EU en la fabricación de vehículos, así como para eliminar las formas actuales de solución de controversias.

Yo podría firmar el tratado mañana, pero no estoy contento, quiero que sea mas justo ok … ? Quiero esperar hasta después de la elección de noviembre para firmarlo …” dijo, lo que aumenta la preocupación de quienes creen que el nuevo Presidente de México sea mas enérgico en respuesta a comentarios injustos, irrespetuosos e ignorantes de Donald Trump, sobre la cooperación de México en Seguridad, Migración y otras áreas, lo que podría aumentar la tensión.

 

 

Por Gregorio A. Meraz/ @GregorioMeraz1/ DESDE WASHINGTON