La Comisión Europea (CE) advirtió hoy a Estados Unidos que si impone aranceles del 25% a los coches y piezas de vehículos, las represalias de sus socios comerciales podrían afectar a productos estadounidenses por valor de 252.000 millones de euros, un 19% de las exportaciones del país en 2017.
En un documento remitido por el Ejecutivo comunitario al Departamento de Comercio de EU el pasado viernes y que fue publicado hoy, Bruselas señala que un aumento de los aranceles sobre los automóviles y sus piezas, con el que el presidente estadounidense, Donald Trump, ya ha amenazado a través de Twitter, sería “dañino principalmente para la economía de EU”.
Tras subrayar que las exportaciones europeas en este sector “no amenazan o alteran la salud de la industria y economía de EU”, el documento alerta de que estas medidas restrictivas podrían “socavar” las tendencias positivas en la economía doméstica de EU, ya que suponen mayores costes para los fabricantes de coches locales y los ciudadanos del país.
El impacto de los mencionados 252.000 millones de euros (294.000 millones de dólares), calculados “en base a la experiencia de las medidas de represalia adoptadas” por los aranceles al acero y al aluminio, “amplificaría” un efecto negativo en el PIB de EU que Bruselas cuantifica inicialmente en unos 11.000 o 12.000 millones de euros (13.000 o 14.000 millones de dólares).
De estos 252.000 millones de euros, que representan el importe de los coches y piezas importadas por EU, las exportaciones europeas suponen unos 50.000 millones.
“La investigación actual no tiene legitimidad ni se basa en hechos, y viola las leyes comerciales internacionales igual que la investigación similar que llevó a la imposición de aranceles al acero y al aluminio previamente este año”, incidió hoy en una rueda de prensa el portavoz jefe de la Comisión, Margaritis Schinas.
La Unión Europea insiste en que ninguna excepción que recogen las reglas de la Organización Mundial del Comercio (OMC) puede justificar medidas de un país desarrollado para proteger una industria doméstica de la competencia extranjera, y que ninguna de las circunstancias que las permitirían están “presentes” en este caso.
Frente a la posición estadounidense, que invoca la amenaza a su seguridad “a su juicio” y rechaza que la OMC evalúe su legalidad, la UE advierte de que esta justificación “no tiene base y no prevalecerá ante la OMC”.
“La UE advierte a EU contra el inicio de un proceso que podría resultar en otra desestimación de la ley internacional, que dañaría aún más la reputación de EU y que la comunidad internacional no aceptará”, insiste el documento.
Las relaciones transatlánticas se encuentran en un momento de tensión desde la llegada de Donald Trump y sus tesis proteccionistas a la Casa Blanca en enero de 2017.
El presidente de la Comisión, Jean-Claude Juncker, tiene previsto ir a Washington antes de finales de julio para abordar con Trump este conflicto comercial, un viaje en el que le acompañará la comisaria europea de Comercio, Cecilia Malmström.
El portavoz comunitario de Comercio, Daniel Rosario, instó a “no extrapolar” el contenido del documento a los temas que Juncker va a abordar en su encuentro con Trump en EU, y aclaró que se trata de una “formalidad” para expresar su punto de vista como parte interesada en la investigación.
Bruselas espera también poder participar en una audiencia sobre este asunto que organiza el Departamento de Comercio de EU el próximo 19 y 20 de julio.
TFA