BANGKOK.- Tras encontrar con vida a los 12 adolescentes y su entrenador atrapados desde hace 10 días en una cueva de Tailandia, los equipos de salvamento ahora buscan la manera más “segura” de rescatarlos, en lo que pueden demorarse “meses”.
Autoridades y expertos analizan opciones para sacarlos, desde enseñarles buceo hasta esperar a que termine la temporada de lluvias en octubre.
Una avanzada de dos expertos buzos británicos logró llegar a la cavidad donde se refugiaron las víctimas, luego de tres horas de recorrer los pasajes con zonas inundadas y otras abiertas, según la narración que hicieron los protagonistas, los británicos John Volanthen y Richard Stanton.
Visiblemente delgados y con la ropa sucia por el barro, los niños agradecieron la llegada del rescate y preguntaron “¿Qué día es hoy?” antes de pedir comida.
El grupo fue encontrado en un terreno elevado cerca del agua que inunda los pasadizos y a unos cuatro kilómetros en el interior de la cueva, donde penetraron el pasado día 23.
El gobernador de Chiang Rai, Narongsak Osottanakorn, confirmó que ninguna de las víctimas sufre problemas críticos de salud.
Los familiares de los desaparecidos estallaron en júbilo al conocer las buenas noticias, durante unas operaciones seguidas al minuto y con gran expectación por todo el país.
Los equipos de rescate transportaron hasta el refugio alimentos y agua “para al menos cuatro meses”, así como medicinas para tratar y recuperar a los niños y al adulto.
“No los vamos a sacar hasta que encontremos una forma totalmente segura”, declaró a los medios el gobernador de Chiang Rai, provincia donde se encuentra la gruta.
Narongsak declaró por teléfono que desconoce “cuantos días” llevarán los trabajos de rescate.
Entretanto, las autoridades tratan de desplegar a lo largo de la cueva una cable telefónico que permita a los reencontrados hablar con sus familiares.
Los doce integrantes de un equipo de fútbol y su entrenador también tendrán que aprender a bucear para poder salir a la superficie.
El principal impedimento son los numerosos y estrechos pasadizos inundados a lo largo de la cueva, la cuarta más larga de Tailandia, con unos 10 kilómetros de longitud y frecuentes cambios de nivel.
“Tratar de llevar a no buceadores a través de la cueva es una de las de las situaciones más peligrosas posibles, incluso si es relativamente fácil”, apunta Anmar Mirza, uno de los voluntarios internacionales que ha liderado la misión, recoge el diario “Bangkok Post”.
El ministro del Interior, Anupong Paojinda, reconoció la dificultad que presenta el rescate en declaraciones en Bangkok, pero añadió que había que darse prisa porque el servicio meteorológico pronostica precipitaciones en los próximos días.
“Hay que acelerar el rescate (…) Si el nivel del agua aumenta, el trabajo será más difícil. Hay que sacar a los chicos antes de eso”, manifestó Anupong.
“Nuestra misión es buscar, rescatar y regresar. Por el momento los hemos encontrado. El siguiente paso será sacarlos de la cueva y enviarlos a sus casas”, dijo en rueda de prensa el gobernador.