Tras las declaraciones de quien será el próximo secretario de Hacienda, Carlos Urzúa, sobre mantener estabilidad en los precios de las gasolinas, y que sólo subirían de acuerdo a la inflación, analistas ven posible esta señal en caso de que se junten diferentes factores, como la estabilidad en el tipo de cambio o la reducción o normalización del Impuesto Especial sobre Producción y Servicios.
James Salazar, subdirector de Análisis Económico de CIBanco, aseguró que si la moneda nacional continúa con tendencias de apreciación, y se conjunta una serie de factores como el aumento en los precios de la mezcla mexicana de Exportación y la baja en los precios del crudo a nivel internacional, se podría mantener los actuales precios de los combustibles a lo largo de 2019.
Ignacio Martínez, analista de la UNAM, consideró que esto podría pasar en caso de que la tasa de interés que cotiza el Banco de México se mantenga dentro de los niveles en los que actualmente se encuentra (7.75%).
Después de las declaraciones del virtual secretario de Hacienda para la siguiente administración, dijo que los contratos petroleros otorgados bajo la reforma energética se mantendrán en el nuevo Gobierno, y destacó que estos seguirán su camino en caso de que los contratos no presenten irregularidades.
Afirmó que los precios de los combustibles no subirían, y que solamente se podrían dar incrementos en caso de que la inflación aumente. Urzúa declaró se buscará mantener, la inflación, en niveles de entre 4.0% y 5.0% en el próximo año, y estimó que el precio por barril de crudo se ubicará en 70 dólares.
Sin embargo, James Salazar descartó esta posibilidad, y consideró que a lo largo de 2019, los precios del crudo mexicano se estarán cotizando entre los 60 dólares por barril.
Esto coincide con un reporte de Banco Base, el cual indica que las estimaciones de Urzúa son diferentes a lo establecido en los Precriterios de Política Económica de abril, que estiman una inflación de 3.0% al cierre del 2019, un tipo de cambio alrededor de 18.40 y un precio de 51 dólares por barril para la mezcla mexicana de petróleo.
