En memoria del caricaturista mexicano Eduardo Humberto del Río, Rius, se inauguró el sábado la exposición Queremos tanto a Rius, en el Museo del Estanquillo, ubicado en el Centro Histórico de la Ciudad de México.
A casi un año de su muerte, su familia, amigos y compañeros de trabajo, mismos con quienes fundó la revista El Chamuco y los hijos del averno, lo recordaron al abrir las puertas de un homenaje que ellos mismos le hicieron. A punto del llanto, Citlalli Del Río, ilustradora e hija del caricaturista, comentó: Mi papá siempre dijo que nunca quería homenajes, yo creo que esto sí es un homenaje, y él siempre dijo que lo mejor para homenajearlo era leer sus libros.
El autor de Marx para principiantes, y Los agachados, fue recordado en medio de una fiesta de moneros como Rafael Pineda, Rapé; Rafael Barajas, El fisgón; José Hernández, Hernández; Helio Flores, y Cintia Bolio. “Esta es una oportunidad, es un recordatorio, a casi un año de que se nos fue ‘al otro barrio’ como él decía, en la que podemos abrazarlo con nuestros corazones”, comentó Rapé en medio de risas. El Fisgón también lo recordó con humor y recalcó cuáles eran sus ideales, “estoy seguro que él estaría muy contento con lo que está pasando”, dijo refiriéndose a la situación política del país.
El Fisgón habló de sus sentimientos por él “no sabes cómo lo extraño, porque con él se podía platicar de todo, era divertidísimo y era muy culto, muy enterado, entonces no sabes cómo lo extraño porque todavía, cuando pasa algo, tengo el impulso de llamarle por teléfono”, comentó.
José Hernández, uno de sus colegas, habló de la memoria que tiene de Rius “yo siempre he pensado que es el caricaturista más importante en México. Afortunadamente tuve la suerte de visitarlo varias veces, ya estando él muy enfermo, y pudimos platicar mucho, incluso hasta más que antes de morir. Lo que le dije en ese momento, y lo que le digo ahora es gracias”, explicó.
La monera Cintia Bolio, otra de sus amigas, se refiere a él como “el maestro que más influencia ha tenido” en su trabajo. “En mi casa siempre estaban los libros del maestro y estaban las revistas, a mí me tocó La garrapata en la tercera época, y desde luego sus libros y su influencia a partir de la niñez, entonces para mí fue muy natural adoptar su escuela”.
La exposición estará abierta hasta el 7 de octubre y está integrada de 250 piezas, algunas de ellas inéditas, hechas por sus colegas y amigos, así como elementos más íntimos, mismos que su viuda Micaela Flores, y su hija, Citlali del Río, mencionaron que fueron hechas en ambiente familiar. Además a lo largo de la exposición hay un seguimiento de su historia como caricaturista, sus inicios, su paso por Estados Unidos, y más.
LA