Debido a que se estima que más de 13 millones de madres utilizan el extractor de leche para producirla y que en la mayoría de los casos es una experiencia negativa, investigadores del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT, por sus siglas en inglés), diseñaron un sujetador de compresión automático que facilita esta actividad.
La investigación demostró que la compresión de las manos en el pecho mientras se bombea, puede mejorar la cantidad y calidad de la leche; sin embargo, puede ser una tarea difícil para las mujeres que intentan bombear mientras realizan múltiples tareas en el trabajo.
Para este desarrollo, Adriana C. Vázquez Ortiz y Sujay Sureshse, del MIT, consideraron estudios existentes sobre la compresión de manos, realizaron encuestas con madres que extraen leche e hicieron consultas con expertos en lactancia.
Vázquez Ortiz explicó que el sujetador se engancha a un sostén de bombeo existente y usa aire en lugar de las manos para masajear los senos de una madre.
Respecto a los resultados, precisó que las mamás que extraen leche reportaron entre un 30 y un 50% de aumento en el suministro de leche.
Algunas madres elogian la capacidad del producto para hacer que el bombeo sea más cómodo; por ejemplo, dijo que una madre que luchaba con los “pulgares de mamá”, una experiencia común y dolorosa debido a la compresión repetitiva de las manos, manifestó su beneplácito de dar un descanso a sus manos en esta actividad.
El producto es de su empresa denominada LiLu, la cual continúa mejorando el sujetador de compresión, aunque piensa que esto es solo el comienzo.
“Estamos haciendo la transición a la maternidad un poco más fácil a través de la tecnología”, destacó Adriana Vázquez.
GAC