Así va por la vida, enseñando los dientes, demostrando al mundo que se puede ser tan humilde como exitoso y porque no, un líder. Sólo tiene 25 años de edad, pero es la voz cantante en la delantera de Bélgica y la que da el discurso a sus compañeros antes de saltar al campo.
Contundente ante las redes, Lukuka suma ya 4 goles en Rusia 2018 y 40 en su haber con los Diablos Rojos, lo que lo convierte en el máximo goleador de su Selección. Es el alma del equipo, así lo ven sus aficionados que sueñan verlo levantar la Copa del Mundo.
Bélgica es uno de aquellos equipos que están atrapadas entre la ilusión y la desilusión. Su futbol demuestra la capacidad para codearse con cualquier Selección europea, sin embargo, fue en México 86 la última vez que llegaron a estas instancias veraniegas, las semifinales.
Hoy vemos a una generación talentosa, ellos la ven como la mejor de su historia. En Brasil 2014 llegaron con las expectativas de alzar la gloria, hasta que tuvieron de frente a Argentina. Dos años después, Gales mató de nuevo sus expectativas en la Eurocopa celebrada en Francia.
Rusia 2018 pinta para ser su consolidación. De frente tienen a Francia, rival de gran nivel para demostrar si estos Diablos Rojos tiene a la mejor generación de su historia. Gran parte del buen desempeño es gracias a Roberto Martínez, quien tras asumir el cargo en 2016, logró que el conjunto sea perfecto, sin marcadas individualidades. Esta estrategia los tiene en semifinales, siendo el equipo que más goles ha hecho. Su delantera es letal, 14 tantos en total, tres más que Inglaterra y Rusia que suman 11.
Bélgica brilla en territorio ruso con Hazard, Mertens y Lukaku, este último y quien derrocha carisma a su paso los hace ir todos al césped, previo al partido, no hay diferencia entre titulares, son 23 jugadores que deben ser líderes dentro y fuera del terreno de juego. Así inicia el discurso que ha puesto a Bélgica por segunda vez en su historia en una semifinal.
Así es Lukaku, hoy estudia muy de frente a Francia, busca romper sus redes cuantas veces sea necesario para cambiar la historia y volver ese sueño belga en realidad. De la mano de Thierry Henry ha crecido futbolísticamente, confesó para la FIFA. Le gusta estudiar el balompié inglés, ve todos los partidos en sus horas libres, los 90 minutos de cada juego, después compite con el francés para ver quien sabe más.
Este martes tendrá que demostrar ante la Francia de Thierry quien lee mejor el juego, si las clases de Henry han aportado los suficientes para desequilibrar a Les Blues, serios candidatos para la final de Rusia 2018.
fahl