La habana.– El Gobierno de Cuba anunció ayer nuevas normas para impulsar el sector privado y regular la actividad de sus cada vez más numerosos emprendedores, lo que representa un importante avance en el proceso de apertura económica del país tras décadas de crisis.
El Ejecutivo presidido por Miguel Díaz-Canel aplicará un paquete de 20 medidas -seis decretos y catorce resoluciones- para el “perfeccionamiento del trabajo por cuenta propia y su sistema de control” que entrarán en vigor en 150 días, es decir, el próximo 7 de diciembre, según un informe especial divulgado en todos los medios estatales cubanos.
Las medidas buscan satisfacer las demandas de los trabajadores por cuenta propia -normalizados desde 2010-, perfeccionar el ejercicio de sus actividades y “fortalecer el control” del Estado sobre las mismas, según el informe.
Esto cumple la doble función de seguir impulsando el sector privado para que aporte más al erario público y perseguir las ilegalidades que se estaban cometiendo, como el uso de “materiales de procedencia ilícita”, la defraudación de impuestos o el uso de testaferros.
Bajo el mando del anterior presidente, Raúl Castro, el Gobierno amplió en 2010 la actividad privada en un número limitado de sectores, pero en agosto de 2017 se suspendió la concesión de licencias.
La noticia ha recibido, en general, una buena acogida entre los cubanos que buscan hacerse un hueco en el sector privado tras años de férreo control estatal bajo el sistema comunista establecido en la Revolución de 1959.
“Yo estoy operando sin licencia, por lo que me pagan menos y me arriesgo a problemas legales, así que aplicaré a una en cuanto pueda”, comenta Yessdy M., que abandonó su puesto de programador en un banco estatal para reparar ordenadores por su cuenta, lo que le aporta más del triple de su sueldo como funcionario.
El número de emprendedores privados en Cuba ascendía en mayo a 591 mil, según datos oficiales, un crecimiento respecto a 2010 cuando había 157 mil, y comprende 12% de la fuerza laboral del país.
La mayoría de negocios privados se concentra en la elaboración de alimentos y comidas, el transporte y el arrendamiento de viviendas, en parte para dar servicio a los más de cuatro millones de turistas que visitan Cuba cada año.