TOKIO.- El primer ministro japonés, Shinzo Abe, prometió hoy ayuda financiera a las zonas del oeste del país que han sido afectadas por devastadoras lluvias torrenciales de los últimos días, el peor desastre en su tipo desde 1982, que ha cobrado al menos 170 vidas.
Durante una visita a Okayama, una de las prefecturas más afectadas por las inundaciones, Abe dijo que su gobierno hará todo lo posible para apoyar financieramente a los municipios afectados para reconstruir las vidas de las personas afectadas por el desastre, que calificó de “extrema severidad”.
“Espero que los gobiernos locales no vacilen en (proporcionar) asistencia financiera y esfuerzos máximos en el trabajo de restauración”, subrayó el jefe de gobierno, luego de una reunión con el gobernador de Okayama, Ryuta Ibaragi, informó la agencia de noticias Kyodo.
El primer ministro, quien canceló un viaje a Europa y Oriente Medio que iniciaría este miércoles para atender las inundaciones, recorrió esta mañana en un helicóptero de la Fuerza de Autodefensa una de las áreas devastadas de Okayama.
Abe también visitó uno de los centros de refugio, a donde fueron trasladadas miles de personas, y oró en silencio y colocó unas flores en el inundado distrito de Mabi de la ciudad de Kurashiki, donde muchas personas murieron a consecuencia de las lluvias.
Tan solo en la prefectura de Okayama más de 50 personas han perdido la vida desde que las lluvias comenzaron el jueves pasado sobre la región de Kansai, donde más de 83 mil personas fueron desalojadas.
Abe también visitó un gimnasio de una escuela primaria de Kurashiki, donde se encontró con algunos de los residentes desalojados, entre ellos una mujer de 88 años, quien expresó su preocupación sobre los daños que causó el desastre.
El primer ministro la consoló y reveló que el plan de su gobierno es construir viviendas temporales para todos los que resultaron afectados con el desastre más serio relacionado con la lluvia de Japón desde 1982, que hasta ahora ha cobrado más de 170 vidas.
DPC