En el antiguo sistema pensionario en México, las contribuciones de los trabajadores activos financiaban el pago de los beneficios de los pensionados, este sistema concluyó en 1997, cuando se llevó a cabo una reforma profunda, no obstante, los trabajadores identificados como la Generación de Transición, conservarán los beneficios hasta 2080.
La Comisión Nacional del Sistema de Ahorro para el Retiro (Consar) explicó en su blog que en julio de 1997, se realizó una reforma profunda al sistema público de pensiones, administrado por el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), que migró el antiguo esquema pensionario de beneficio definido a uno de contribución definida.
Detalló que la reforma no sólo modificó la forma como se determinan los beneficios de pensión, también redefinió la fuente de su financiamiento donde las cuentas individuales son administradas por empresas privadas especializadas en la gestión de fondos de retiro (Afore).
No obstante, al momento de pensionarse, los trabajadores pertenecientes a la Generación de Transición pueden elegir la pensión que más les convenga, entre la que alcancen con el saldo de su cuenta individual, conforme lo establece la Ley 97, y la que les correspondería de acuerdo con el beneficio definido en la Ley 73.
La comisión destacó que por ello, el gasto público por pensiones seguirá creciendo durante las siguientes décadas.