El presidente estadounidense, Donald Trump, presumió hoy de haber promovido el aumento de la inversión en defensa entre los miembros de la OTAN y afirmó que los aliados europeos y Canadá han “reforzado su compromiso” con el gasto militar “como nunca lo habían hecho antes”.
Sin embargo, en la reunión de líderes de la Alianza que concluyó este jueves en Bruselas no se alcanzaron nuevos compromisos sobre los niveles de gasto en defensa, más allá de reafirmar lo pactado en la cumbre de Gales de 2014, donde los países miembros decidieron destinar en una década el 2% de su PIB a las fuerzas armadas.
Aun así, los jefes de Estado y de Gobierno aliados interrumpieron hoy su agenda para volver a abordar el gasto en defensa, después de que el presidente estadounidense reiterara en una intervención la necesidad de que se incremente su presupuesto militar.
La sesión de trabajo con los líderes de Georgia y Ucrania (aspirantes a entrar en la organización) fue suspendida por el secretario general de la Alianza, Jens Stoltenberg, para volver a tratar este asunto en el Consejo del Atlántico Norte.
“La OTAN es ahora una máquina bien afinada”, subrayó Trump durante una rueda de prensa convocada de urgencia.
Según dijo, los miembros de la Alianza, sin incluir a Estados Unidos, han destinado desde el año pasado 33.000 millones de dólares al gasto en defensa, si bien ayer aseguró que se habían invertido 40.000 millones desde la cumbre de 2017 y lo consideró “un paso, pero un paso muy pequeño”.
En cualquier caso, hoy añadió que esa cifra podría incluso superar esos 40.000 millones de dólares.
Finalmente, el secretario general de la OTAN confirmó en su propia rueda de prensa que desde que Donald Trump llegó a la Casa Blanca en enero de 2017 Canadá y los aliados europeos han añadido 41.000 millones de dólares adicionales al gasto del ejército.
Sobre la interrupción de la agenda, Stoltenberg explicó que los países de la organización sentían que no habían concluido la discusión sobre el reparto de la carga financiera el miércoles y que era necesario seguir con ella.
“Hemos logrado mucho con respecto a la OTAN. Durante años, presidentes (de Estados Unidos) han venido a estas reuniones y hablado de los tremendos gastos para Estados Unidos, y se ha conseguido un progreso tremendo (hoy). Todos han acordado elevar sustancialmente sus compromisos. Los van a elevar a niveles que nunca antes habían pensado”, comentó el presidente estadounidense.
En ese sentido, resaltó que los miembros de la OTAN gastarán “a un ritmo mucho mayor” para llegar al 2%.
Con respecto a Canadá y Alemania, objeto esta última de sus críticas durante toda la cumbre por su dependencia energética de Rusia y el nivel de su gasto militar, se mostró convencido de que llegarán a ese porcentaje en “un periodo relativamente corto de años”.
“Ahora estoy muy feliz y tenemos una OTAN muy poderosa, muy fuerte, mucho más fuerte de lo que era hace dos días”, señaló Trump, quien insistió en que Estados Unidos no estaba siendo tratado de forma “justa” porque paga entre el 70 y el 90 % de la organización “en función de cómo se calculara”.
Reconoció que el dinero que los aliados inviertan en Defensa será gastado “adecuadamente” y admitió que algunos países de la OTAN son “muy ricos” y otros “no lo son tanto”, pero que a estos Washington está dispuesto a ayudarlos a comprar equipamiento militar.
“Estados Unidos hace, de lejos, el mejor equipamiento militar en el mundo, los mejores aviones, los mejores misiles, las mejores pistolas”, declaró Trump, e insistió en que el equipamiento de la primera potencia mundial es “mucho mejor que el de cualquier otro”.
Pese a las críticas de Trump a sus aliados, afirmó que cree en la OTAN y que es “muy importante”.
“La OTAN está ayudando a Europa más de lo que nos está ayudando a nosotros. Al mismo tiempo, es muy buena para Estados Unidos”, constató.
Preguntado durante la rueda de prensa por si podría abandonar la Alianza sin el visto bueno del Congreso estadounidense, respondió que “probablemente” pueda, pero que es “innecesario”.
TFA