La Conferencia Nacional de Gobernadores (Conago) nació en 2001, luego de la victoria de Vicente Fox, a iniciativa de los gobernadores del PRI que se sintieron huérfanos sin el cobijo del manto presidencial.

 

De a poco, se fueron sumando gobernadores, primero del PRD y después del PAN.

 

La Conago –se eligió el nombre de confederación y no de asociación para no confrontar al entonces Presidente- se convirtió en un espacio en el cual se podían exponer inconformidades y proponer reformas en beneficio de los estados.

 

Fueron los fundadores de la Conago quienes propusieron la primer reforma hacendaria, que por cierto se quedó corta, así como otras medidas en materia fiscal y de seguridad.

 

Sin duda, al diálogo contribuyó la personalidad de Fox.

 

El guanajuatense generalmente acudía a las reuniones y escuchaba pacientemente; asentía o disentía, pero la relación entre gobernadores y el Jefe del Ejecutivo fluyó entre uno que otro sobresalto.

 

Pero caminó sin mayores problemas.

 

Ayer la nueva Conago, que no tiene el peso ni los nombres de los gobernadores fundadores, se reunió con Andrés Manuel López Obrador, ganador de las elecciones del 1 de julio.

 

La idea del encuentro, según el gobernador de Chiapas, Manuel Velasco, era la de lograr una “nueva coordinación’’ con AMLO.

 

Se anticipaba que el encuentro sirviera para que el futuro Presidente explicara cómo elaborará el presupuesto para el siguiente año, tema por demás importante para los Gobiernos estatales.

 

Ya se sabe que el tabasqueño quiere austeridad en todas partes, y para ello afila las tijeras desde ahora; los gobernadores, en cambio, cada año necesitan más recursos –un tema pendiente son las pensiones de las universidades.

 

Si hubo acuerdo o no, lo sabremos en los próximos días; hasta ahora todo ha sido disposición para “dialogar’’, aunque en el fondo López Obrador impondrá su criterio.

 

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En el sector bancario aún se preguntan por qué si el Infonavit no construye viviendas desde hace muchos años, López Obrador designó como su futuro director a un urbanista y no a un experto bancario.

 

El Infonavit sólo concede créditos para que los trabajadores compren la vivienda en donde quieran o en donde se ajuste su presupuesto.

 

En los meses recientes, la dirección del instituto encabezada por David Penchyna, se ha dedicado a aplicar las medidas financieras con el fin de incrementar el monto de los créditos para los trabajadores, así como facilitarles el cambio de residencia sin que pierdan su inversión.

 

Sin menoscabo de los méritos académicos del urbanista Juan Carlos Zentella, ¿qué experiencia en reingeniería financiera tiene?

 

A menos que la idea sea cambiar la vocación del Infonavit, es que puede entenderse el nombramiento.

 

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Hablando del sector financiero, Enrique Martínez, director de la Financiera Nacional de Desarrollo (FND), firmó un proyecto de trabajo con Steffen Müller, director del Proyecto Mex-CA-C de la Confederación Alemana de Cooperativas.

 

Se trata de un esquema de inclusión financiera que pretende impulsar de manera conjunta créditos accesibles a los productores de las zonas rurales de México para disminuir la pobreza y fortalecer las estructuras sociales.