La formación de los superdelegados en los estados contraviene los principios del federalismo que tanto nos gusta presumir.

En realidad, se trata de imponer a un vicegobernador, independiente al mandatario electo en las urnas.
Tiene razón Damián Zepeda cuando advierte que los superdelegados nominados por Andrés Manuel López Obrador en realidad son desde ahora candidatos a gobernadores.

Pero el asunto va más allá.

El jefe del Poder Ejecutivo tendrá un representante plenipotenciario en cada entidad en competencia directa con el gobernador en funciones.

Porque si bien, por lo que se conoce hasta ahora, el gobernador electo será el que tome las decisiones de gasto, de obras, de presupuesto, pues en el estado éstas estarán condicionadas al visto bueno del representante lopezobradorista.

¿A quién acudirán los grupos de poder locales cuando tengan un conflicto en la entidad?, ¿a un gobernador acotado o a un superfuncionario que tendrá línea directa con todos los secretarios del gabinete y hasta con el Presidente en determinado caso?

Eso le confiere al Jefe del Ejecutivo el control político –y económico- de cada entidad del país.

Los delegados generalmente eran nombrados por los secretarios de Estado previamente avalados por el Presidente.

Fungían sí como representantes de cada dependencia, pero también como agentes del mandatario en turno.

La diferencia con el virtual Presidente es que esa labor se diversificaba en 18 o más delegados, dependiendo del estado, y ahora todo el peso político recaerá en una sola persona.

Imagine el poder político que concentrará.

Y el fin no es necesariamente la austeridad republicana.

Andrés Manuel López Obrador anunció ayer que su sueldo será de 108 mil pesos mensuales –no sabemos si brutos o netos-, y ningún funcionario público a nivel federal podrá ganar más de esa cifra.

Cuando llegó al Gobierno de la Ciudad de México, el virtual Presidente aplicó la misma medida en la estructura burocrática de la capital.

Así que hay directores generales de área con sueldos de 25 mil pesos.

Y aunque la mayoría de la ciudadanía está de acuerdo con la medida, lo que generó la reducción del salario pero con una carga de trabajo aumentada por los recortes que le siguieron fue que los funcionarios públicos buscarán la forma de “compensar’’ la caída de sus ingresos.

Eso generó una mayor corrupción.
Esperemos que a nivel federal eso no vuelva a ocurrir.
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El papa Francisco recibió la petición formal del equipo de López Obrador para que participe en el último de los foros sobre seguridad pública, que se realizará en la Ciudad de México.

Y aunque el Santo Padre no vendrá, se espera que ofrezca una conferencia vía Skype para emitir sus opiniones sobre el tema.

De hecho, hace pocas semanas, por la misma vía, el Papa habló durante un evento de la fundación Scholas Occurrentes, una entidad internacional que promueve la cultura de la paz y la inclusión a través de una educación con valores.

Scholas México, que encabeza el empresario Héctor Sulaimán Saldívar, trabaja ya en nuestro país desde hace más de dos años, incorporando a miles de niños y jóvenes a sus diversos programas que tienen como propósito prevenir y contener la violencia y la exclusión social, temas fundamentales para una verdadera pacificación, con experiencias exitosas en Guerrero, Morelos, Oaxaca, Estado de México, Guanajuato, San Luis Potosí y la CDMX.

 

NCG