El endurecimiento de la guerra comercial entre Estados Unidos y China tiene como trasfondo el impedimento de la administración de Donald Trump de que las compañías del gigante asiático sigan con su avance en la adquisición de empresas estadounidenses, advierten académicos y analistas económicos.
De acuerdo a los especialistas, lo que busca Trump es que China no se convierta en potencia económica y domine el desarrollo tecnológico en los próximos 30 años.
Ignacio Martínez, coordinador del Laboratorio de Análisis en Comercio, Economía y Negocios de la UNAM, explicó que algo que no puede asimilar Trump es que un país subdesarrollado asiático haya logrado superarlos en materia tecnológica, por lo que ahora busca trabar el camino para que en 2050, los estándares asiáticos no dominen el comercio y la economía digital internacional.
“Con estas medidas, hemos pasado de la guerra arancelaria a un terreno más sensible como lo es el tecnológico, algo que no se puede detener. Estados Unidos quiere hacer lo que no realizó desde 1995, con Clinton, en 2003 con Bush y en el periodo de Obama; detener el crecimiento económico de los asiáticos”, puntualizó.
De igual forma, Julio Pilotzi, analista económico y columnista de esta casa editorial, comentó que el desarrollo tecnológico es algo imposible de detener, sin embargo el país norteamericano sólo busca minar el camino de los asiáticos con la finalidad de que el impacto no pegue tan duro en un futuro.
Detalló que China le exporta a la Unión Americana 250 mil millones de dólares en insumos o componentes tecnológicos, gasto que ahora Trump quiere recuperar. Sin embargo esto sería complicado, ya que las empresas de este mercado más poderosas producen en la nación asiática.
Martínez dijo que el déficit comercial de Estados Unidos con los chinos es de 356 mil millones de dólares, cifra que ahora, es prácticamente imposible de revertir entre los dos gigantes tecnológicos más importantes del mundo.
Como ejemplo, el experto dijo que en materia de patentes tecnológicas, Lenovo firmó a IBM con todas sus patentes en 1995, lo que provocó que los asiáticos ganaran poco a poco terreno en el mercado científico. Ahora se busca cambiarlo.
Historia
Desde hace algunos días, Estados Unidos impuso aranceles por 200 mil millones de dólares a productos importados de China, a lo que esa nación dijo que contestará de la misma manera, por lo que una escalonada entre las dos naciones seguirá y con ello la presión para el resto de las economías del mundo.
El 15 de junio pasado, comenzó la disputa comercial, cuando el presidente estadounidense, Donald Trump ordenó aplicar impuestos para restringir las inversiones chinas en compañías tecnológicas norteamericanas, con el objetivo de combatir el robo intelectual, por lo que analistas aseguran que esto es una práctica proteccionista a fin de que el gigante asiático no se convierta para 2050 en la potencia mundial número uno no solo en economía, sino en tecnología.
En los últimos años varias compañías chinas han adquirido empresas estadounidenses, como ha sido el caso de Ingram Micro, especializada en software, adquirida por HNA Group; así como la compra de 60% de la principal plataforma de redes sociales gay en el mundo, Grindr por la china Zhou Yahui.
Además, el consorcio chino Chongquing Casin Enterprise Group está en espera para que les den el visto bueno de la adquisición de la Bolsa de Chicago; mientras que la cadena de cines estadounidense AMC fue comprada por Dalian Wanda Group; así como la subdivisión de celulares de Motorola, comprada por Lenovo.
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