La primera ocasión de la historia en que el Gobierno de Estados Unidos presenta cargos formales contra 12 agentes militares de la Inteligencia Rusa (GRU) por “planeación y ejecución de ataques cibernéticos para interferir en el proceso democrático”, no fue suficiente para que el Presidente Donald Trump desistiera de su encuentro con Vladimir Putin en Helsinki, este lunes como le pidieron quienes consideran la intervención rusa, “una burla y un amenaza a la seguridad nacional.”
El Presidente Trump dijo a la cadena CBS que “quizás pediría la extradición de los 12 agentes militares rusos, aunque lo no había pensado …” pero no dudo en atacar de inmediato a los demócratas, diciendo que “debían estar avergonzados de no proteger sus computadoras y asegurando que “todo fue responsabilidad del ex presidente Barack Obama.
De inmediato, John Bolton, asesor Nacional de Seguridad y Jon Huntsman, Embajador de EU en Rusia, salieron al paso, diciendo que “sería tonto que el presidente Trump pidiera algo que no puede solicitar legalmente” porque dicen, ”no hay tratado de extradición entre los dos países y el Kremlin no lo haría”.
Trump y su equipo consideran más importante que defender la seguridad nacional de Estados Unidos, la firma de un nuevo tratado de reducción de armas nucleares “para reducir arsenales y disipar la amenaza de una guerra nuclear”.
Eso generó temor entre expertos, por la posibilidad de que la admiración de Trump por Putin, a quien “considera competidor”, lo llevara, en lugar de exigirle respeto y hacerlo responsable de los ataques cibernéticos al proceso electoral, a premiarlo con la reducción de apoyo norteamericano a Ucrania, ambigüedad sobre Crimea o respaldo a los nuevos gobiernos de Hungría, Austria e Italia, que presionan por el levantamiento de sanciones contra Rusia.
Y dentro de Estados Unidos generó preocupación de que Trump revierta la expulsión de 35 diplomáticos rusos, el decomiso de dos grandes mansiones y cierre de consulados en Washington y San Francisco, ordenados por Barack Obama, en diciembre de 2016.
El “Indictment” del Fiscal Robert Mueller describe, con lujo de detalles, cómo amparados en identificaciones falsas, usando computadoras en diversos países y pagando con “bitcoin” o moneda electrónica, espías rusos crearon empresas, abrieron cuentas en redes sociales y enviaron mensajes a cuando menos medio millón de usuarios de internet, con “caballos de Troya” a través de mensajes electrónicos, que les permitieron infiltrar y manipular computadoras desde Moscú, que usaron en múltiples maniobras para influir en la elección a favor de Donald Trump.
“Las revelaciones contenidas en los cargos contra los agentes de la GRU (equivalente rusa a la Dirección de Inteligencia Militar) se suman a la evidencia que confirma un extenso complot del gobierno de Vladimir Putin para atacar la elección de 2016, sembrar caos y minar nuestra democracia” dijo el Senador John Mc Cain.
Recomendó que “si el presidente Trump no estaba preparado para responsabilizar a Putin, la cumbre de Helsinki no debía realizarse”.
Charles Schumer, líder de la minoría demócrata del Senado, pidió que se suspendiera el encuentro, porque -dijo- estrechar la mano con Vladimir Putin después de la acusación formal a los rusos, “es un insulto a nuestra democracia”.
Mientras republicanos como Rand Paul minimizaron también el espionaje e interferencia diciendo que “los rusos como nosotros espiamos en sus elecciones y en sus computadoras” y que “ellos continuarán haciendo lo mismo”, asegurando como Trump que “Putin no va a confesar ni reconocer nada y que no hay nada en contra del Presidente”.
Trump, quien temeroso de que la legitimidad de su gobierno se ponga en duda, desmiente y minimiza también la injerencia rusa en la Elección Presidencial, continúa argumentando, que la investigación de Mueller es una “Cacería de Brujas”.
Rudolph Giuliani, abogado personal de Trump dijo que “una vez más queda demostrado que no hay evidencia de actitudes equivocadas del presidente y que el Fiscal Mueller debe cerrar esa investigación”.
En menos de un año, Mueller ha presentado cargos criminales contra 5 empresas rusas y de EU, 26 ciudadanos rusos y 6 estadounidenses; y, obtenido 5 declaraciones de culpabilidad, además de Paul Manafort, ex-director de campaña de Trump quien esta encarcelado, lo que echó por tierra la afirmación de Trump y los republicanos, de que se trata de una “Cacería de Brujas”
De acuerdo a expertos, la presentación de 29 páginas llevan a centrar la atención en el papel que jugo Roger Stone, asesor de la campaña de Donald Trump, quien mantuvo contacto con Guccifer 2.0 en agosto, septiembre y octubre, asegurando que esa “persona” no tenía relación con los rusos que, ahora sabemos, la crearon.
Guccifer 2.0 que era operado por los rusos de GRU basados en Moscú, mantenía contacto regular con altos funcionarios del equipo de campaña de Trump, como Stone, Sam Nunberg y Michel Caputo, entre otros, que comentaban sobre documentos filtrados y su efecto, de acuerdo a registros citados en el documento de Mueller.
Tras el anuncio de la presentación de cargos, Stone envió un mensaje de texto al diario The Washington Post diciendo que él podría ser el próximo consignado por contactos con Guccifer 2.0 y Julian Assange, quienes difundieron los mensajes electrónicos de Hillary Clinton y el Partido Demócrata.
Los cargos formales fueron presentados contra Viktor Borisovich Netyksho, Boris Alekseyevich Antonov, Dmitry Sergeyevich Badin, Ivan Sergeyevich Yermakov, Aleksey Viktorivich Lukashev, Sergey Vyacheslavovich Yerkshov, Artem Andreyevich Malyshev, Aleksandr Vladimorovich Osadchuk y Aleksey Aleksandrovich Potemkin, oficiales de la GRU o Agencia de Inteligencia Militar de Rusia, que robaron miles de documentos de personas, organizaciones y el gobierno federal, que difundieron a través de DCLeaks y Guccifer 2.0, desde enero de 2016.
La consignación detalla cómo expertos en computación rusos manipularon a ciudadanos estadounidenses a través de redes sociales y penetraron en computadoras, no sólo del Partido Demócrata y de sus líderes, sino del sistema de votación en más de 26 estados, interceptando cuentas de correos electrónicos y extrayendo documentos que luego filtraron.
Aunque por el momento no se consignó a ningún ciudadano de Estados Unidos, no se descarta esa posibilidad, considerando que, para evitar poner sobre-aviso a quienes están involucrados, eso se haga antes o durante la difusión de las conclusiones de la investigación sobre Rusia, de Robert Mueller.
Una encuesta de CNN revela que 94% de estadounidenses no crea que Trump abordaría el tema con el presidente Putin, lo que es preocupante para líderes demócratas en el Congreso.
Trump contra los aliados en la OTAN
El entusiasmo de Donald Trump en el encuentro con su homólogo ruso Vladimir Putin contrastó con el malestar que parece causarle reuniones con aliados tradicionales de Estados Unidos, en el G-7 y la Organización del Tratado del Atlántico Norte, a donde el presidente de Estados Unidos llegó con la espada desenvainada.
El primer día de la reunión de la OTAN en Bruselas, Bélgica, la semana pasada, Trump se quejó de que “Estados Unidos recibe un trato injusto y carga con el peso injusto y excesivo de gastos militares, mientras que otras naciones aportan cuotas inferiores al 1.5% de su Producto Interno Bruto, exigiendo que lo incrementen al 4%.
Además, acusó al gobierno de la canciller Angela Merkel de “mantener a Alemania cautiva de Rusia, por su enorme dependencia de petróleo y gas natural de ese país” y sostuvo un feroz encuentro con Jens Stoltenberg, Secretario General de la OTAN, diciendo que “hay países que pagan miles y miles de milles de dólares a países de los que se supone debemos proteger”, en alusión a Rusia y otras naciones europeas que dependen de Rusia en materia de energía.
La acusación tuvo más efecto contra Alemania, gobernada por Merkel, quien nació en Alemania Oriental, que era controlada por la desaparecida Unión Soviética y que este año no cumplió sus compromisos de gastos de defensa, mientras construye un poliducto hacia Rusia.
El criticismo de Trump generó ansiedad en Alemania donde los medios lo señalaron “no sólo como malo, sino como catastrófico”.
Y es que la relación de Alemania con Rusia ha sido frustrante para Estados Unidos y Europa Oriental, quienes temen que el poliducto que cruza por Polonia y naciones del Báltico, sea usado para recordar sus suministros de combustible que son críticos para su economía.
El presidente de EU se quejó también de que Europa carece de sistemas de defensa efectivos diciendo que “debían sacar ventaja de la producción de armas y equipo militar de Estados Unidos, para compensar al mismo tiempo el déficit de lo que considera “acuerdos comerciales injustos”.
Las naciones anunciaron que harán lo posible por incrementar sus cuotas a la OTAN que ascendieron luego de la Invasión Rusa a Crimea, pero de lo que Trump quiere asumir el crédito.
Más de 1o mil londinenses marchan en repudio de la visita de Trump
De Bruselas, el presidente Donald Trump viajó a Londres, donde fue recibido con alfombra roja por Theresa May, Primera Ministra Británica, el pasado jueves por la noche, cuando le ofreció una cena de bienvenida en el Palacio de Blenheim.
A sólo unas horas de su recepción, mientras más de 10 mil personas marchaban por las calles de Londres para expresar su repudio por la visita de Trump, como lo hicieron 250 mil un día antes, acusándolo de mentiroso, misógino, cruel, racista antiinmigrante y antimusulmán y mostrando un enorme globo de un bebé con su cara, Donald Trump atacó duramente a May en una entrevista para el tabloide The Sun.
De acuerdo a la grabación de audio de la entrevista con Tom Newton, de The Sun, Trump acusó a la Primera Ministra Británica de “ignorar sus consejos y llevar a cabo una destructiva negociación de Brexit, que habría acabado cualquier posibilidad de un acuerdo comercial con Estados Unidos”.
“Si ellos hacen un acuerdo como eso, nosotros estaremos negociando con la Unión Europea en lugar de negociar con el Reino Unido” dijo.
Al día siguiente, con gran cinismo cobardemente lo negó, en una conferencia de prensa en la que dijo que al intentar disculparse con May, ella le dijo que no se preocupara, que “eran los medios de información”.
“No, no, no, no, yo nunca dije nada malo acerca de ella” dijo Trump … fueron las “fake news”, creo que ella es una gran persona, lo paso muy bien con ella, The Washington Post es totalmente fake, ellos sólo son cabilderos de Amazon”, dijo.
Argumentó que él ha hecho muy bien su trabajo “por si no lo han notado” y dijo que “esta increíble mujer hace un trabajo fantástico y hace un increíble trabajo, es una gran mujer”.
May dijo que dejarán la Unión Europea, dejarán de pagar a la UE y adoptarán una política comercial independiente, como decidió con su voto el pueblo británico.
Luego, él y su esposa, Melania, se trasladaron al Castillo de Windsor, donde los recibió la Reina Isabel II y en la que, al acompañarla para pasar revista a los Cosacos de la Guardia Real, el presidente de EU fue duramente criticado por no ajustarse al protocolo que se le comunicó y hasta entrenaron.
Tras su salida a Escocia, la Primera Ministra May dijo que Trump le aconsejo demandar a la Unión Europea.
La proximidad de la difusión de conclusiones del Fiscal Especial Robert Mueller sobre la injerencia rusa en la Elección Presidencial para favorecer a Donald Trump, tiene sumamente nerviosos a los republicanos, que hicieron de la comparecencia del agente Peter Strzok, a quien acusan de ‘encabezar una conspiración en el FBI para impedir que Trump llegara a la Casa Blanca” un verdadero circo en el Comité Judicial de la Cámara Baja.
El republicano Bob Goodlatte, presidente del Comité, hizo a un lado reglamentos del Congreso y concedió más tiempo a sus legisladores, permitiendo además que sus preguntas se convirtieran en ataques personales contra el agente del FBI en funciones.
Los republicanos que fallaron en manipular el “Nunes Memo”, una manipulación de información clasificada para desprestigiar al FBI -radicalmente opuesta al resultado de la Investigación del Comité de Inteligencia del Senado- que uso el presidente Trump, para desprestigiar al FBI, trataron desesperadamente de inducir a Strzok a “confesar” la existencia de una “conspiración” contra Trump, lo que deducen de mensajes antiTrump que difundir en aparatos del FBI y de lo que dijo arrepentirse.
Ese argumento que se evapora, ante la angustia de los republicanos, es el corazón de la campaña para desacreditar también la investigación y conclusiones del Fiscal Especial Robert Mueller, respaldadas por reportes públicos y confidenciales de todas las agencias de inteligencia.
La audiencia se convirtió en un circo en el que congresistas se gritaban unos a otros, mientras los demócratas con limitado uso de la palabra pedían orden y control del caos.
“La sugestión de que yo, en una cámara oscura en algún lugar del FBI pudiera ir contra todos los procedimientos , todas las salvaguardas y hacer lo que dicen, es increíble” les dijo Strzok.
“Mis Jefes no tolerarían ninguna a actitud impropia en mí como yo no la toleraría en ellos, eso es lo que somos en el FBI; lo que ustedes afirman corroe profundamente lo que el FBI es para la sociedad estadounidense, la efectividad de su misión y sus profundamente destructiva” les dijo, lo que desencadenó la furia y frustración de los legisladores que comprendieron el ridículo en que quedaron, ante la burda manipulación de los hechos.
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