La montaña que parece más lejos puede estar muy cerca, explicó el fotógrafo mexicano Pepe Soho sobre Believe, paisaje donde capturó unas escaleras cercanas a una montaña, cuando en realidad están a 2 o 3 kilómetros de distancia, y con la que ganó el primer lugar en la Copa Mundial de Fotografía 2017, en Japón.
Con esta fotografía abre Vida, exhibición que reúne su obra en la Galería Abierta de las Rejas de Chapultepec, hasta el 29 de julio. Para Pepe Soho, la exposición es el cierre de un ciclo, ya que se expone en el mismo lugar donde empezó a tomar fotografías.
“Hace 6 años estaba con mi perrito fotografiando, pensando que ya no quería vivir, me quería suicidar, y me entregué por completo a pensar en otra cosa, a sumergirme en la naturaleza, a pensar en mi arte, y eso me sacó por completo de mi depresión”, recordó en entrevista para 24 HORAS.
Su inspiración fue un viaje a la Antártida, cuando tras 3 días de viaje, “devolviendo el estómago y amarrados en la cama”, salió de su camarote al amanecer para ver un continente totalmente deshabitado por los seres humanos, “con paisajes de hielo espectaculares, con pingüinos, ballenas y focas. En ese momento me di cuenta que lo que quería hacer el resto de mi vida era fotografiar naturaleza”.
Los paisajes y los caballos son los personajes que habitan sus fotografías, lejos de la moda, las discotecas y las personas. Pepe Soho creó la marca de ropa SOHO, así como la discoteca LOVE, de las cuales se alejó para viajar a la India, donde sufrió un accidente al montar un caballo.
“Cuando estudié en Nueva York, hicimos fotografías con modelo, estudio y flash. En ese momento me confundí un poquito de qué fotografía quería hacer, pero cada vez que salía a la naturaleza, sentía el llamado. No me interesa en lo más mínimo la moda, ni la discotheque, lo que más me interesa son las fotografías de naturaleza”, declaró el artista, quien comenzó en una escuela de fotografía en la Condesa.
La exhibición también muestra sus fotografías de caballos. “El caballo que me tiró de una vida que ya no me servía, para encontrar una vida que me esta llenando muchísimo”, es como describe este tipo de imágenes, ya que explica que si no habría caído de ese caballo, quizá hoy sería dueño de muchas discotecas.
Si a sus fotografías de naturaleza les hiciera falta algo, como unos ojos o una mirada penetrante, lo suple con estos animales. “Para fotografiar personas hay que ser muy desinhibido con la gente, querer fotografiarlos sin que te importe si se molestan o no contigo, o acercarte y platicar con ellos, yo soy muy penoso, en realidad no me interesa”.
Con 58 fotos exhibidas en Chapultepec, remarcó que en 6 años y cerca de 20 mil días, ha logrado “58 fotos buenas”, ya que una le toma entre un mes y dos años. Lo más importante para el ser humano, sostuvo, es aprender a lidiar con la frustración.
Su próximo proyecto, que tendrá fotos en movimiento, se vincula con una idea que ha considerado. “Me gustaría dar pláticas de superación personal, enfocado a encontrar a hacer algo que amas”, compartió el fotógrafo de naturaleza que cree habría mejores maestros que él y por ello, combinaría la superación personal con el arte.
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