Foto: El tribunal alemán explicó que no se produjo el grado de violencia "suficiente" para considerar el delito de rebelión  

El Tribunal Supremo español (TS) retiró hoy la euroorden contra el ex presidente independentista catalán Carles Puigdemont al rechazar su entrega a España solo por el delito de malversación -y no por rebelión-, como había decidido la Audiencia Territorial de Schleswig-Holstein (Alemania).

 

La orden europea de detención y entrega dictada por el juez español Pablo Llarena lo reclamaba también por un delito de rebelión en relación con el proceso independentista inconstitucional catalán de 2017.

 

Esto significa que el ex gobernante catalán, que permanece en Alemania en libertad provisional, no podría regresar a España, donde sería detenido automáticamente, hasta pasados al menos 20 años, tiempo que tarda en prescribir el delito de rebelión.

 

Procedente de Finlandia, Puigdemont fue detenido el 25 de marzo pasado por la policía alemana cuando intentaba regresar en automóvil a Bélgica, país adonde huyó a últimos de octubre pasado para eludir la acción de la Justicia española.

 

El Ejecutivo español, amparado en la Constitución, destituyó a Puigdemont y a todos sus consejeros el 27 de octubre de 2017, después de que el Parlamento regional de entonces aprobase una declaración a favor de la independencia unilateral de Cataluña.

 

El 12 de junio pasado, la Audiencia Territorial de Schleswig-Holstein, estado alemán donde fue detenido Puigdemont, resolvió extraditarlo a España por haber cometido supuestamente un delito de malversación de fondos por organizar un referéndum ilegal de “autodeterminación” el 1 de octubre de 2017.

 

No obstante, el tribunal alemán explicó que no se produjo el grado de violencia “suficiente” para considerar el delito de rebelión.

 

“La cantidad de violencia que prevé el delito de alta traición (equivalente alemán al tipo español de rebelión) no se alcanzó en los enfrentamientos en España”, argumentó en la resolución judicial sobre los incidentes de la jornada del referéndum.

 

Tampoco admitió el delito de perturbación del orden público, que planteó también la Justicia española en el caso de que no se admitiese finalmente el delito de rebelión, alegando que Puigdemont “no era el líder espiritual de las acciones violentas”.

 

Además de Puigdemont, el juez Llarena procesó a una docena de líderes independentistas por los delitos de malversación y rebelión, de los que nueve cumplen prisión preventiva en España y cuatro siguen huidos en el extranjero.

 

aarl