La organización española Proactiva Open Arms, dedicada al salvamento de migrantes en el Mediterráneo central, denunció hoy al capitán de un mercante y a la Guardia Costera de Libia por omisión de socorro y homicidio imprudente en un naufragio mortal del que responsabiliza también a Italia.
Todos los tripulantes del buque de rescate Open Arms firmaron la denuncia tras desembarcar en el puerto insular español de Palma a Josefa, la mujer camerunesa superviviente del naufragio del pasado martes de un barco de 9 metros con unas 150 personas a bordo. Entre los denunciantes figura el jugador español de baloncesto de la NBA, Marc Gasol.
Open Arms culpa de ello al responsable del mercante de bandera panameña Triades, que lo abandonó antes de la llegada del socorro.
Aimismo, responsabiliza a los guardacostas libios que acudieron a socorrer a los migrantes de dejar donde se hundió la patera a las dos personas que la ONG española encontró muertas -una mujer y un niño- y a Josefa, la mujer salvada.
La superviviente fue atendida a la llegada al puerto español y trasladada a un hospital, donde se recupera de las lesiones físicas y del impacto emocional debido al naufragio. Los dos cadáveres quedaron a cargo de la autoridad judicial.
La ONG pidió para ella la protección de la Fiscalía como testigo del suceso, según explicó hoy en rueda de prensa el director de Open Arms, Oscar Camps.
La ONG había pedido permiso para desembarcar a la superviviente y los cadáveres en un puerto español tras considerar que Italia no es un país seguro debido a la política antiinmigratoria de su ministro del Interior, Matteo Salvini.
Camps confía en que el juzgado de Palma inicie un procedimiento judicial para determinar las responsabilidades de un “episodio de negligencia absoluta”, que achacó directamente al capitán del mercante y al “supuesto grupo armado que se hace llamar Guardia Costera libia“.
Además, subrayó que Italia y el conjunto de la Unión Europea dejan que Libia, “un país sin Estado”, se haga cargo de las actividades de rescate ante su costa con medios escasos y pese a las sospechas de la connivencia de sus guardacostas con los traficantes de personas.
Camps recordó que el naufragio denunciado se produjo a 80 millas de la costa de Libia y a 90 de la isla italiana de Lampedusa, y criticó la negativa de Italia y Malta a que desembarcaran en sus puertos los cadáveres y a la superviviente rescatada.
También rechazó la “campaña de desprestigio” que está sufriendo esta organización por parte de medios y autoridades italianos.
TFA