Foto: Washington escaló el enfrentamiento al anunciar, a modo de represalia por la respuesta de Pekín, que impondrá nuevos aranceles del 10 %  

China advirtió a Estados Unidos de que “las amenazas y la intimidación nunca funcionarán” y le pidió que intente resolver los conflictos comerciales “de forma razonable”, ante su reciente intención de imponerle aranceles adicionales por valor de 500.000 millones de dólares.

 

“EEUU está invocando una guerra comercial. China no quiere una guerra comercial pero no está asustada, haremos lo que tengamos que hacer (…) Confiamos en nuestra capacidad de asegurar nuestros intereses”, destacó en rueda de prensa Geng Shuang, portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores.

 

La fuente ministerial se manifestó así después de que el presidente estadounidense, Donald Trump, asegurara el viernes que está “dispuesto” a imponer una tercera batería de gravámenes en lo que va de año a Pekín a productos.

 

“Estamos pensando en una cantidad enorme. Estoy dispuesto a llegar a los 500 (mil millones de dólares)”, aseguró el mandatario en una entrevista al canal CNBC que fue emitida el viernes.

 

Ante las preguntas de la prensa sobre la respuesta de China a esta amenaza y la posible devaluación de la divisa, el yuan, para contrarrestar los efectos de los aranceles, Geng declaró hoy que “China no tiene intención de incentivar sus exportaciones a través de una devaluación comparativa de su divisa”.

 

El portavoz explicó que “el tipo de cambio del yuan chino se determina por la oferta y demanda del mercado, hay subidas y bajadas, se trata de una fluctuación en dos direcciones”, y destacó que “los fundamentos económicos de China son buenos y dan un sólido soporte a la estabilidad de la moneda”.

 

El portavoz respondió a la posibilidad de que se reanuden las conversaciones entre las dos mayores potencias económicas del mundo recalcando que, antes de ello, China “necesita ver credibilidad”.

 

El pasado 5 de julio, Trump anunció la imposición de aranceles a productos chinos por valor de 34.000 millones de dólares, a lo que China respondió de forma inmediata con idénticas medidas por similar cuantía.

 

Hace doce días, Washington escaló el enfrentamiento al anunciar, a modo de represalia por la respuesta de Pekín, que impondrá nuevos aranceles del 10 % a productos importados de China por valor de 200.000 millones de dólares.

 

Esta medida llevó al Ministerio de Comercio chino a presentar una denuncia formal ante la Organización Mundial del Comercio (OMC), horas después de la celebración de la cumbre China-EU en Pekín en la que ambas partes se comprometieron a defender el sistema multilateral de comercio y rechazaron las medidas proteccionistas estadounidenses.

 

EU es el primer socio comercial de China. La balanza es deficitaria para los estadounidenses, con 375.000 millones de dólares en 2017, una cifra récord que Trump quería reducir en 200.000 millones para 2020.

 

aarl