Esta semana tendremos en los mercados financieros algunos datos económicos de importancia que sufrirán afectaciones en las tendencias tanto de las Bolsas accionarias como en divisas y tasas de interés, principalmente en Estados Unidos como en México.
Destaca en Estados Unidos el PIB al segundo trimestre del año, que podría confirmar una aceleración de su economía en medio de un conflicto comercial con el resto del mundo. Sin duda, el recorte a los impuestos generado hacia las empresas y a las personas está reflejando una mayor expansión de la economía, cuya tasa trimestral será superior a 2.0%, pero en términos anuales podría estar llegando a ritmos de 4.0%.
Lo estamos viendo con los reportes de las empresas que cotizan en Bolsa. Claramente hay un incremento en ventas y en las utilidades respecto a los estimados esperados por los analistas. Hasta hora, de las empresas americanas que han reportado, alrededor de 84% han superado expectativas ganando casi 23% de incremento en las utilidades.
Algunas han elevado la recompra de acciones para darle un mayor valor a la empresa aprovechando mejores valuaciones; otras han incrementado la entrega de dividendos a los accionistas para premiar el esfuerzo de permanencia y confianza, mientras que otros han dedicado parte de esa mayor liquidez obtenida a mejorar las condiciones de los empleados y en realizar nuevas inversiones.
Algunos datos como la producción industrial y ventas minoristas mostraron que en junio, la actividad mejoró fuerte, aunque el sector vivienda vio cierta desaceleración.
El resultado es como lo considera la FED, la economía americana mantiene un ritmo de crecimiento favorable y el recorte impositivo podría beneficiar por algunos años a la economía, por lo que los aumentos graduales, pero consistentes en las tasas de interés seguirán para cuidar que el ritmo de expansión no se vea presionado por un aumento acelerado de precios.
Sin embargo, como lo hemos reiterado, en la medida de acercarse los tiempos de las elecciones intermedias americanas, el presidente Donald Trump tomará un papel más crítico y radical.
La semana pasada hizo comentarios que van contra las acciones de la Fed al considerar que el Banco Central podría frenar todo el esfuerzo del Gobierno de aumentar el ritmo de crecimiento.
Está poniendo a prueba la plena “autonomía” del banco en estos momentos, en donde sabemos que la Fed seguirá subiendo trimestralmente las tasas de interés, por lo que sería hasta septiembre el siguiente aumento junto con previsiones de crecimiento, inflación y empleo, así como del discurso del presidente de la Fed.
En México, conoceremos la inflación general a la primera quincena de julio, en donde es muy probable que los precios de los energéticos continuarán incidiendo sobre un rebote en la inflación para dirigirse hacia niveles de 4.70-4.85% anual.
Este dato pudiera ser importante para el Banxico hacia su próxima reunión, el 2 de agosto. Existe una duda en el mercado en relación a la rápida recuperación del peso mexicano de 21.0 y hasta los niveles actuales en 19.05, que pudieran frenar el ritmo de alzas en las tasas de interés. Sin embargo, los precios al productor reflejan un claro riesgo de transferencia de precios, así como una parte de la tenencia de inversiones en mercado de dinero por extranjeros en Cetes “pagando por ver” tanto el TLCAN como el inicio de la nueva administración. Nos inclinamos más por un Banxico que siga acotando el riesgo de inflación y aumente la tasa de interés otros 25 puntos base, aunque continúe pagando por ahora una alta tasa “real”.