La primera vuelta de las elecciones presidenciales de Mali transcurrió hoy en un clima tranquilo en la capital, Bamako, y el sur del país, pero se ha visto teñido de incidentes y actos de violencia registrados en el norte y centro del país.
Los colegios electorales cerraron sus puertas a las 18.00 (misma GMT) y los resultados empezarán a conocerse en las próximos 48 horas, y los resultados oficiales solo se comunicarán el 3 de agosto.
Si ninguno de los 24 candidatos que concurren a estos comicios supera el 50 % de los votos, una segunda vuelta se celebrará el 12 de agosto.
Según varias fuentes locales consultadas por Efe, la jornada electoral en la extensa zona desértica del norte y centro del país se vio perturbada por actos de violencia.
Algunos colegios electorales y urnas fueron incendiados por grupos de individuos no identificados en varias zonas en el norte como Tombuctú (municipios Dianké, Lafia y Nana) y Gao (Gargouna), además del centro en Mopti (Kikara, Manako y Douma) y en Segou.
Hasta ahora ninguna fuente oficial se refirió a estos incidentes y su magnitud, o capacidad en perturbar todo el proceso electoral.
Hasta ahora, nadie ha reivindicado los ataques a pesar de que en los pasados días circulaba en las redes sociales y en los medios de información un vídeo del líder yihadista maliense, Iyad Ag Ghali, que dirige una coalición de bandas terroristas agrupadas en Yamaat Nusrat al Islam Wal Muslimin (filial de Al Qaeda en el Sahel), en el que amenazaba con perpetrar ataques en estas elecciones.
Ghali consideró que “el proceso democrático es contrario a la sharia (ley islámica)”, así como llamó a los yihadistas a atentar contra el destacamento francés antiterrorista presente en el país en el marco de la “Operación Barkhane”.
Pese a la firma en 2015 del Acuerdo de Paz y de Reconciliación en Argel entre el gobierno y los rebeldes tuareg, y la presencia desde 2013 de fuerzas internacionales y de una misión militar de Naciones Unidas en el norte (MINUSMA), extensas zonas del país escapan aún al control estatal.
Además, la amenaza terrorista y la violencia étnica se extendió del norte al centro del país.
En la jornada de hoy, los observadores y diferentes sondeos apuntan al presidente saliente, Ibrahim Boubacar Keita, que encabeza el partido Agrupación por Mali (RPM), como claro favorito, seguido por Soumaila Cissé, líder de la oposición que dirige la Unión por la República y la Democracia (URD).
En las anteriores presidenciales de 2013, Keita obtuvo una mayoría abrumadora con el 70 % de los votos, seguido por Cissé y no hubo entonces necesidad de una segunda vuelta.
En los actuales comicios, los observadores apuntaron a que se detecta una disminución de la popularidad de Keita, por lo que hay mayor incertidumbre.
Keita, que acudió a votar en Bamako, se mostró confiado y llamó a los maliense a votar masivamente.
La tasa de participación, que aún no se dio oficialmente, es uno de los retos de estos comicios ya que a menudo es inferior al 50 %.
En la capital Bamako, la afluencia ha sido aparentemente menor que en otras ocasaciones, debido en parte al desinterés por la política y por otra parte por la estación lluviosa que dificulta el traslado de los electores a los centros de votación.
Estas elecciones han estado supervisadas por observadores nacionales e internacionales de la Unión Europea (UE), la Unión Africana (UA), la Minusma, la Comunidad Económica de los Estados de África del Oeste (CEDEAO) y la Organización Internacional de la Francofonía (OIF), que presentarán sus respectivos informes en los próximos días.
Más de 8,4 millones de electores estaban llamados a votar en los 23.041 colegios electorales del país, en medio de un gran despliegue de seguridad con más de 30.000 militares repartidos en casi todo el territorio.
El secretario general de la ONU, António Guterres, hizo un llamamiento ayer a los residentes de Mali para que las elecciones presidenciales de este domingo transcurran en paz y sirvan como un importante ejercicio de la democracia.
aarl