En tan sólo 30 días se registraron al menos siete asesinatos de mujeres transexuales en diferentes estados de la República Mexicana, en los cuales organizaciones de la comunidad LGBTTTI (lésbico, gay, bisexual, transexual, transgénero, travesti e intersexual) acusaron que existe impunidad y discriminación de género.
De acuerdo con información del Centro de Apoyo a Identidades Trans AC, esta cifra de homicidios es una de las más altas en contra de dicha comunidad en los últimos cinco años.
La última vez que el organismo registró un índice alto de asesinatos de mujeres trans en un lapso de un mes, fue de septiembre a octubre de 2016, donde se contabilizaron seis muertes en distintos actos violentos ocurridos alrededor del país, mientras que, del 25 de junio al 25 julio de 2018, se documentaron siete asesinatos de integrantes de esta comunidad.
Dichos homicidios fueron efectuados en seis diferentes estados: Aguascalientes, Estado de México (dos casos), Guanajuato, Michoacán, Morelos y Veracruz, en esta última entidad ocurrió el hecho más reciente.
La víctima fue identificada como Alaska Contreras Ponce, de 25 años de edad, quien obtuvo el título de Reina Gay 2018, cuyo cuerpo fue hallado con signos de tortura en el municipio jarocho de Martínez de la Torre, el miércoles pasado.
La Fiscalía General del estado detalló que el cadáver de la víctima estaba semidesnudo y con huellas de tortura. Sin embargo, hasta el momento no hay detenidos sobre este caso.
Dicha situación prevalece en los seis homicidios restantes, pues en cuatro de los crímenes los cuerpos de Alexa, de 47 años de edad; Chanel, de 44 años; Alexa, de 21 años; y Linda, de 30 años, fueron localizados con signos de tortura.
La titular de la asociación civil Centro de Apoyo a Identidades Trans, Rocío Suárez, indicó a 24 HORAS que los asesinatos contra las personas de la comunidad LGBTTI tienen lo mismo en común que los de heterosexuales: “La violencia con la que se comenten en la mayor parte de los casos, la impunidad y falta de castigo a los responsables”.
Aseguró que en muchos de estos casos hay un mensaje que representa una sanción social hacia los disidentes del género, como la violencia, la tortura y la exhibición de los cuerpos.
LEG