El grupo yihadista que mató a 15 personas el 17 de agosto de 2017 en Barcelona y en la vecina Cambrills, con más de cien heridos, también planeó atentar el día 20 del mismo mes en el estadio del FC Barcelona (Camp Nou) durante un partido de fútbol, así como en una discoteca.
Según informa hoy el diario español El Periódico de Cataluña, los yihadistas reunieron datos del partido entre el Barcelona y el Betis de ese día y visitaron la tienda del Camp Nou.
Los investigadores concluyen así que, además de querer atentar con una furgoneta bomba contra la Torre Eiffel de París y la basílica de la Sagrada Familia de Barcelona, los terroristas también planearon un ataque contra el estadio de fútbol.
Las conclusiones fueron posibles gracias al análisis del teléfono móvil de uno de los miembros de la célula, Mohammed Hichamy, que figura entre los terroristas muertos en Cambrils por disparos de la Policía regional catalana.
Los agentes encontraron en el dispositivo una decena de búsquedas en internet relacionadas con el Camp Nou, efectuadas la semana antes de los atentados, para obtener información sobre los horarios y accesos e imágenes del estadio.
También concluyeron que los yihadistas querían atentar en el estadio ese día por el hallazgo de dos escritos del imán de Ripoll (provincia de Gerona), Abdelbaki es Satty, fallecido en la explosión de la casa de Alcanar (provincia de Tarragona) donde los terroristas preparaban los explosivos para atentar.
Esos escritos, consideran los investigadores, son un borrador de reivindicación de un atentado, ya que comienzan con la expresión “Nosotros, soldados del Estado Islámico…” y tienen como fecha “20 de agosto de 2017”.
Los agentes también sospechan que los terroristas planearon atentar contra una discoteca del área de Barcelona, ya que hicieron búsquedas en internet sobre locales de ocio nocturno para homosexuales en Sitges (Barcelona) e incluso una sobre una sala de fiestas den Barcelona, la Razzmataz.
TFA