Foto: Reuters | archivo Ahora sus amigos, esos pequeños muñecos que lo acompañaron en la infancia, entrarán en su mundo para recordarle que, si bien creció, aún existe el niño que contagiaba entusiasmo con su sola presencia  

“No hacer nada”, dice un pequeño Christopher Robin a su amigo Winnie the Pooh, que después, cuando es adulto y se reencuentra con el animal de peluche se convierte en “Nada se obtiene por nada”. El valor de la amistad y la revisión del presente, es lo que propone esta aventura de Disney en acción real, protagonizada por el actor británico Ewan McGregor.

Dirigida por Marc Forster, responsable de Descubriendo el país de nunca jamás, la película se estelariza con las actrices Hayley Atwell y Bronte Carmichael, además de reunir por primera vez como personajes tridimensionales a Pooh, Tigger, Piglet, Igor, Cangu, Rito, Conejo y Búho.

El niño cariñoso y alegre que era Christopher Robin, ahora es un adulto atrapado en un trabajo con un sinfín de responsabilidades, que formó una familia y tiene una hija. Sus aspiraciones son ver el futuro que tendrá si trabaja por conseguir algo, sin saber exactamente qué es aquello que busca.

Ahora sus amigos, esos pequeños muñecos que lo acompañaron en la infancia, entrarán en su mundo para recordarle que, si bien creció, aún existe el niño que contagiaba entusiasmo con su sola presencia.

Las calles de un agitado Londres, contrastarán con el bosque, donde los animales juegan y se divierten. Pero el disfrute no es exclusivo de la naturaleza, aunque ahí surjan las mayores alegrías, porque ese es el deseo de la esposa e hija de Christopher Robin, quien deberá reencontrar la luz en esta aventura coloreada de comedia, cortesía de Winnie the Pooh.

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