La música como sinónimo de sensaciones, que mejora el humor, invita a la creatividad o simplemente disminuye el nivel de estrés, se confirma con la sentencia del neurólogo Brian Harris, quien afirmó que no existe otro estímulo que involucre áreas tan amplias del cerebro, como la música.
Esta activación, según el médico de Harvard, agrupa cualquier actividad musical, ya sea escuchar canciones, tocar un instrumento o cantar, sin importar si eres o no un músico profesional, y lo haces en el baño o en otro lugar.
Sin embargo, no toda la música funciona, ya que influye si la escogida fue por la propia persona o por un tercero. Un estudio de la American reveló que la música genera reacciones “debido a la familiaridad, la previsibilidad y los sentimientos de seguridad asociados con ella”.
De esta manera, a los seguidores que prefieran el pop por encima de la ópera, por ejemplo, poco provocará en ellos escuchar este segundo género. “¡Pero francamente, si no te importa la ópera, podría tener el efecto contrario!”, considera el neurólogo Harris.
La música también produce beneficios cardiovasculares, como mejorar el funcionamiento de los vasos sanguíneos, ayudar a que el ritmo del corazón regrese más rápidamente a niveles normales después del esfuerzo físico, y reducir la ansiedad en personas que sufrieron un ataque al corazón.
LEG