Durante este año en la Ciudad de México, aumentó la extracción ilegal de combustible de ductos de Petróleos Mexicanos (Pemex), al pasar de 344 mil barriles en 2017 a 358 mil barriles en 2018, informó José Ramón Amieva, jefe de Gobierno local. Además, en cuanto a tomas clandestinas, en 2017 se detectaron 91 y en lo que va de 2018 tienen 81 tomas.
Por tal razón, se acordó entre las autoridades capitalinas y las de Pemex, fortalecer la vigilancia, principalmente en un recorrido de 30 kilómetros que es donde se detectan más vulnerabilidad.
El mandatario se reunió ayer con el titular de Pemex, Carlos Alberto Treviño Medina, para compartir información sobre dicha problemática en la capital y definir un esquema de actuación que refuerce la vigilancia.
En ese sentido, Amieva mencionó que el combustible hurtado (gasolina, diésel y turbosina) representa 3% del total que se distribuye en la capital mexicana.
Comentó que Pemex les informó que las zonas que requieren de atención especial son las limítrofes con otras entidades, principalmente la zona sur y norponiente.
Al respecto, Raymundo Collins, titular de la Secretaría de Seguridad Pública de la CDMX, detalló que los ductos que preocupan y de donde ocurren más del 95% de extracción ilegal de combustible, están situados en no más de 30 kilómetros, en dos ductos principales.
El Gobierno de la CDMX acordó que para evitar el robo del combustible, se fortalecerá la presencia policiaca en las 386 estaciones de Pemex que hay en la ciudad, continuará la vigilancia con helicópteros; también habrá vigilancia en materia de Protección Civil.
Mencionó que brigadas de Pemex participarán en el marco del Operativo Blindaje en los limítrofes de la CDMX, para verificar la presencia de vehículos que pudieran trasladar el combustible.
Además, se dará capacitación a los cuerpos policiacos locales, para colaborar, con el uso de las nuevas tecnologías, en la identificación de vehículos que trasladan la gasolina legalmente.
JMSJ