Con la liberación de Elba Esther Gordillo, “ahorita la persona más incómoda y que más miedo tiene es Juan Díaz de la Torre (actual presidente del SNTE), si no de hecho, sí de facto. La maestra va a recuperar la dirigencia del sindicato, es bastante posible y probable”, consideró Víctor Manuel Alonso, maestro en Derecho de Amparo de la Universidad La Salle.
En una entrevista con 24 HORAS, estimó que el caso de Gordillo es un asunto jurídico y político, “hay cierta presunción de los delitos que se le imputaban a la maestra, tenían una razón de ser, y el toque político es que su detención se da cuando iniciaba el tema de la reforma educativa”.
“No nos sorprenda que el Poder Judicial deja en entredicho el actuar de la PGR, no es la primera vez que el Poder Judicial establece y dice que se tiene que dejar libre a alguien porque la Procuraduría no hace bien su trabajo”.
Para el politólogo, José Fernández Santillán, la libertad de Gordillo fue un acuerdo político entre el Presidente Enrique Peña Nieto y el mandatario electo Andrés Manuel López Obrador.
“Si bien ella estaba en arresto domiciliario, ese arresto lo apretaron cuando la señora se atrevió a darle su apoyo a López Obrador a través de sus personeros, entre ellos su yerno Fernando González y otras personas cercanas que acudieron a un mitin del tabasqueño y ahí tomaron el micrófono y dijeron que él tenía el apoyo del SNTE”, refirió.
Indicó que la maestra pidió el voto de los maestros para López Obrador, “el sindicato que ella controla todavía es el más grande de América Latina, es decir, Juan Díaz de la Torre nunca controló el Sindicato, ella lo seguía controlando, entonces ella estuvo en la cárcel porque se peleó desde el inicio con Peña Nieto; no estuvo de acuerdo con la reforma educativa”.
Incluso, Nueva Alianza está en riesgo de perder su registro nacional al no alcanzar 3% de la votación en alguna de las tres elecciones del 1 de julio pasado, aunque aún hay recursos por resolver.
LEG