Con la próxima renovación de su dirigencia nacional, el Partido Acción Nacional (PAN) debe convertirse en la fuerza que agrupe a toda la oposición y se plante con firmeza ante un gobierno que muestra “signos de autoritarismo”.
Entrevistados por separado, el senador Jorge Luis Preciado y el diputado Marko Cortés, quienes han expresado interés en asumir la presidencia nacional del PAN, coincidieron en que ese instituto político se encuentra en un momento histórico para ser quien encabece la defensa de la democracia en el país.
Sin embargo, Preciado urgió a una reflexión del lugar dónde quedó el PAN luego de las elecciones y reconocer las causas por las que se alejó de la sociedad y la militancia.
“Debemos asumir la responsabilidad, por un lado, de habernos alejado de la democracia interna que nos caracterizó por muchos años (…). Ahora tomamos distancia de la militancia nombrando candidatos a todo los cargos y estas designaciones provocaron que la gente que nos veía como partido democrático ya no distinguiera del dedo del presidente en turno o de las tómbolas de Morena”, criticó el senador.
Si se piensa, abundó, que el triunfo de Morena es una ola pasajera y no se renueva al líder nacional panista de manera ordenada, en unidad y fortaleciendo al partido, adelantó que se tendrán los resultados electorales muy similares para el próximo año.
Preciado también se pronunció por cambiar la forma de elección de los coordinadores parlamentarios, la cual actualmente es una decisión exclusiva del líder nacional, además de que el PAN tenga una agenda propia, y no sólo actuar de manera reactiva.
“Lo peor que podría hacer el PAN es que se imponga una visión centralista que no tomara en cuenta a los diputados y senadores e imponga coordinadores (…) Que haya una candidato oficial que se imponga y no se tome a todas estas fuerzas dentro del partido y sin tomar en cuenta a la militancia”, dijo.
En tanto, Cortés, quien es el actual coordinador de los diputados panistas en San Lázaro, y que algunos consideran una posible continuación del grupo anayista en la dirigencia nacional, consideró que el PAN, además de encabezar la oposición, debe también representar a los grupos organizados y en general a todas las fuerzas de oposición de la sociedad.
La apuesta debe ser un PAN líder de la oposición en el país, y encabezado por alguien que busque tender la mano con todos los actores internos, “que busque la inclusión, conciliar, deliberar con todas las voces, que busque consensos”.
Recalcó que el papel de los gobernadores y los alcaldes será fundamental y sus resultados gobernando permitirán al panismo ser más competitivo.
Sobre la coalición Por México al Frente (formada las elecciones pasadas por PAN, PRD y MC), consideró que no se supo potencializar la fuerza de cada partido y no se logró la suma de sus fortalezas.
LEG