Ente tan extraño, que una tómbola sirve mejor para pronosticar el futbol mexicano, que todos los datos, antecedentes, referencias, circunstancias.

Si un mes atrás alguien se hubiera aventurado a predecir qué director técnico podía dejar su puesto al cabo de tres jornadas, muy posiblemente habríamos coincidido en que nadie estaba en menor peligro que Robert Dante Silboldi en Santos.

No sólo por haberlo hecho campeón en el certamen pasado, sino también por ser gente de casa, con una larga trayectoria en fuerzas básicas. A lo anterior se añade el haber devuelto un aura ganadora a ese equipo que por varios torneos parecía nostálgico de sus no tan lejanos años dorados. Gestión determinante para que, por primera vez desde el cambio de estadio, los de la Laguna se mostraran poderosos y cómodos en su nueva morada.

Por supuesto, en todo ejercicio de oráculo o de lectura de futuro, hay factores que escapan, nunca falta lo impredecible…, precisamente eso que tan a menudo brota en nuestra insólita liga.

La versión comunicada sobre la salida de Siboldi no llena a nadie. Abundan los conflictos en toda actividad colectiva y competitiva, máxime cuando implica los calores y egos propios del futbol. Como sea, al tratarse de uno contra uno, carece de sentido que el perdedor del lance sea el líder y no el pupilo, como ha sido el caso.

Así que, entre numerosas especulaciones, lo único que se tiene por cierto es que el entrenador campeón sostuvo un pleito con el defensor Gerardo Alcoba. De ahí en más, la rumorología y el sospechosismo, ya de por sí elevados en México y exponenciados al tratarse de futbol.

Pierde el club Santos, que al fin había encontrado un proyecto perseguido antes con más dinero y menos sentido. Eso da a entender o intuir la gravedad no aclarada del incidente: algo como para que la institución se sintiera amenazada en sus valores y coherencia.

Por vueltas que le demos, regresaremos al punto de partida: que, si pretendemos pronosticar lo que acontecerá en nuestra liga, lo más recomendable será tomar una tómbola y confiar en sus absurdas conclusiones.

¿Informes, estadísticas, sensaciones, precedentes? No. Imposible creer a los hechos.

Casi tanto como para atrevernos a decir que el siguiente DT en caer será Ricardo Ferretti en Tigres. Suena imposible dada su posición y trayectoria…, imposible, precisamente lo que lo hace posible en tan anormal contexto.
Se invita a los analistas a recurrir al azar. Quizá así suba la recurrencia del tino.
Twitter/albertolati

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