Una veintena de neonazis, envueltos en banderas estadounidenses, celebraron hoy frente a la Casa Blanca una marcha en defensa de “los derechos civiles de los blancos” rodeados de miles de contramanifestantes que gritaron consignas contra su ideología racista.
Para evitar enfrentamientos, la policía metropolitana colocó a los neonazis en un pequeño perímetro cercano a la Casa Blanca y que definió con unas vallas negras de un metro de altura.
Tras las filas de vallas negras, se ubicaron miles de contramanifestantes que abucheaban a los neonazis y gritaban consignas como “¡anti-anti-antifascistas!”, mientras agitaban pancartas con mensajes como: “Sin odio, sin miedo” o “Defendámonos del supremacismo blanco”.
La manifestación comenzó sobre las 16.00 hora local (20.00 GMT) y concluyó una hora y media después, cuando comenzó a llover con fuerza.
Los convocantes preveían que 400 personas acudirían a la manifestación, según figura en el permiso que pidió al Ayuntamiento Jason Kessler, que el año pasado organizó otra protesta similar en Charlottesville (Virginia).
Lejos de esas 400 personas, ante la Casa Blanca se manifestaron solo una veintena de neonazis, según pudo comprobar Efe.
Uno de esos manifestantes, de 21 años y que respondía al seudónimo de Karl, aseguró a Efe que había acudido a la marcha desde Dallas (Texas) porque quería defender los “derechos de todas las personas”, incluidos los blancos que, a su juicio, deberían ser mayoría en Estados Unidos.
Karl portaba dos pancartas escritas a mano y no llevaba ningún símbolo fascista en su ropa.
Esta segunda edición de la marcha de “Unir a la derecha” se celebra en el primer aniversario de una protesta similar en Charlottesville (Virginia), que se saldó con tres muertos y una veintena de heridos.
aarl