YAKARTA.- Al cumplirse hoy una semana del seísmo de 6.9 grados que sacudió la isla indonesia de Lombok, la cifra de muertos se sitúa en 387, la de heridos en 13 mil 688 y la de desplazados en 387 mil, mientras siguen las réplicas y los trabajos de auxilio.
La prioridad es asistir a todos los necesitados, algo que vencida una semana no ha sido posible por las carreteras y puentes cortados y otros obstáculos que se presentan para acceder a las zonas más remotas, reconoció la Agencia Nacional de Gestión de Desastres (BNPB) de Indonesia este fin de semana.
La población de Dangiang, en Lombok Norte, tenía unos 5 mil habitantes cuando ocurrió el seísmo y desde entonces ninguna casa o edificio se mantiene en pie, según la Federación Internacional de Sociedades de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja (IFRC).
El portavoz de la BNPB, Sutopo Purwo Nugroho, insistió en un comunicado que necesitan más tiendas de campaña, mantas, ropa, comida instantánea, arroz, agua potable, electricidad y servicios sanitarios, entre otras escaseces.
El Ejército entregó hoy contenedores con agua potable a los habitantes en la aldea de Akar-akar, en Lombok Norte, la región más afectada con 334 muertos y 198 mil 846 desplazados.
La destrucción continúa en Lombok Occidental, con 30 muertos y 91 mil 372 desplazados; Lombok Oriental, con 10 muertos y 76 mil 506 desplazados; y Mataram, con 9 muertos y 20 mil 343 desplazados.
En Lombok Central y Denpasar, la capital de la vecina isla de Bali, hubo dos muertos en cada uno.
Sutopo advirtió de que los bebés, mujeres embarazadas, la tercera edad y las personas con discapacidades “necesitan tratamiento especial”.
El Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) y la Organización Mundial de la Salud (OMS) desaconsejan el uso de leche elaborada para alimentar a los recién nacidos en estas condiciones de precariedad, porque requiere una preparación que de no hacerse apropiadamente puede causar enfermedades como la diarrea.
“No obstante, hay excepciones, si no se puede dar de mamar al recién nacido, se puede entregar al bebe la leche elaborada y el material para prepararla bajo la estricta supervisión de un equipo de doctores y se vigilará su estado de salud”, manifestó Sutopo.
Las autoridades no han ofrecido aún datos del números de bebés y niños afectados por el fuerte terremoto que desencadenando un éxodo de personas fuera de la isla, muchas de ellas turistas extranjeros.
Unos 7 mil turistas fueron evacuados en los días siguientes al seísmo de las islas Air, Meno y Trawangan, un popular archipiélago para el turismo situado frente al litoral del noroeste de Lombok, cerca del epicentro del fuerte terremoto.
Las tareas de limpieza y rehabilitación continúan entre las viviendas derruidas o dañadas (67.875), los colegios (468), los puentes (6), los oratorios (50), las oficinas (20) las mezquitas (15) y los centros sanitarios (13).
El cuerpo de Policía ha enviado equipos de psicólogos para que ayuden a los menores a superar el trauma.
El comisionado Hartono explicó este fin de semana que la misión “es restablecer la alegría de los niños víctimas del terremoto que vieron como sus casas, colegios y lugares de recreo sufrían con el seísmo, y esto se convirtió en una experiencia traumática”.
Las más de 540 réplicas que han sacudido Lombok esta semana, algunas de ellas tras fuertes como la de magnitud 5,9 del jueves, y las falsas informaciones que predicen otro seísmo devastador impiden el ansiado regreso a la normalidad.
“Los terremotos no se pueden predecir con certeza. Si alguien recibe información de la forma que sea sobre que va a suceder un terremoto indicando cuándo, la magnitud y el lugar, es falso”, reiteró Sutopo hoy en un tuit.
Lombok, situada junto a la falla de las Flores, sufrió el 29 de julio pasado otro terremoto, de 6,4 grados, que causó 16 muertos, 355 heridos y mil 500 edificios dañados.
Indonesia se asienta sobre el llamado Anillo de Fuego del Pacífico, una zona de gran actividad sísmica y volcánica en la que cada año se registran unos 7 mil terremotos, la mayoría moderados.
DPC