Además de hidratarse y protegerse del sol durante la canícula, se recomienda a la población incluir en su aseo diario el lavado de la parte externa de los párpados, a fin de prevenir la conjuntivitis, dijo la experta en Oftalmología adscrita al Hospital de Especialidades del IMSS en Jalisco, Luz María Arce Romero.
Explicó que la acumulación de sudor, polvo, maquillaje y grasa, esto último en el caso de pacientes con problemas asociados al acné, puede provocar obstrucción de las glándulas lagrimales, encargadas de proteger al ojo, lo cual derivaría en infecciones virales o bacterianas en dicha zona del cuerpo.
“La conjuntivitis consiste en la inflamación de la capa externa del ojo, por cierto tan delgada como una cáscara de cebolla. Los síntomas son dramáticos porque el ojo se pone muy rojo, arde, da comezón y produce secreciones”, dijo la especialista en un comunicado.
Añadió que la mejor opción es cuidar aún más el aseo personal durante la canícula (de finales de junio a inicios de septiembre). En el caso de los adolescentes, cuya piel, por cuestiones biológicas produce más grasa, debe haber de inicio un lavado frecuente de manos y de párpados dos veces al día, con la yema de los dedos y un shampoo suave.
En el caso de las mujeres, Arce Romero recomendó no usar cosméticos caducos, así como no poner ningún producto en la línea que está debajo de las pestañas. Delineador y rímel “es mejor no ponerlos desde la raíz, sino dos tercios hacia afuera para mantener el ojo sano”.
Si a pesar de las recomendaciones, el paciente sufre cuadros de conjuntivitis continuamente, es necesario que acuda al médico para evaluar la cantidad de grasa que se secreta en la base de sus pestañas y aconsejarle un tratamiento de acuerdo a sus características individuales.
GAC