MADRID.- La familia de la turista española Arantxa Gutiérrez López, asesinada en Costa Rica el pasado 4 de agosto, recibió hoy con cautela, pero también con alegría, la resolución del crimen al encontrarse en el cuerpo de la víctima el ADN del único detenido.
Fuentes próximas a la pareja de la fallecida, Miguel Ángel Escribano, indicaron a EFE que, aunque consideran “positivas” las últimas pruebas, prefieren tomarlas con precaución.
Arantxa, de 31 años, falleció en Tortuguero,- una alejada zona del Caribe de Costa Rica reconocida por su riqueza natural – a causa de asfixia y tras un ataque sexual, cuando había salido a caminar por un sendero cercano a su hotel.
Los exámenes forenses determinaron que en el cuerpo se encontró saliva del sospechoso, además de piel en las uñas de la víctima, según el director del Organismo de Investigación Judicial de Costa Rica (OIJ), Walter Espinoza.
El sospechoso de este crimen es un nicaragüense indocumentado llamado Albin Díaz Hawkings, de 33 años, quien se encuentra detenido por la Dirección de Migración por una orden de un juez, debido a su condición migratoria irregular.
Para el próximo jueves está prevista una audiencia en el Tribunal Penal de Pococí, provincia de Limón (Caribe), en la cual la fiscalía pedirá la prisión preventiva contra Díaz, después de que una semana antes esta petición le fuera denegada por el Juzgado Penal de la zona, por falta de pruebas.
GAC