El grupo parlamentario de Morena en el Congreso de la Ciudad de México presentó su agenda legislativa a desarrollar en el primer periodo ordinario que comenzará el próximo 17 de septiembre.
Aunque se enfocarán principalmente en el cumplimiento de los ordenamientos que mandata la Constitución local y en atención a los damnificados, también prevé presentar dos iniciativas al Congreso de la Unión, destacando el llamado Estatuto de Capitalidad, el cual pretende coadyuvar al proceso de descentralización, en el que la CDMX sigue siendo la sede de los poderes federales. La otra iniciativa que enviarán a las cámaras federales se refiere a la Ley de Desarrollo Metropolitano.
En conferencia de prensa, Ernestina Godoy, coordinadora de la bancada, explicó que la agenda deriva de la plataforma de Morena y de lo dispuesto en la Constitución de la Ciudad de México, para que el Poder Legislativo sea austero, transparente y eficiente.
“Estamos avanzando y estaremos listos para hablar con las distintas fuerzas políticas representadas en el Congreso”, dijo.
El Congreso va por la creación del sistema local anticorrupción, la creación de lineamientos para la transformación de la Procuraduría General de Justicia en una fiscalía, la Ley de los Derechos Culturales de los Habitantes y Visitantes de la Ciudad de México, entre otros.
El Congreso también realizará las reformas que se deriven de las sentencias que emita la Suprema Corte de Justicia de la Nación que analiza diversas acciones de inconstitucionalidad y controversias constitucionales, dijo.
En cuanto a la iniciativa que en enviarán al Congreso de la Unión sobre el Estatuto de Capitalidad, explicó que a la CDMX no se le ha dado el trato como sede de los poderes federales. En ese sentido, Alejandro Encinas, diputado local electo, declaró que hay que diferenciar el proceso de descentralización de la administración pública federal de la naturaleza jurídica de la ciudad, pues esta última se conserva pese al movimiento de las dependencias.
Detalló que la descentralización no significa un desmantelamiento, sino una reorganización en la que continuarán, además de los tres poderes, el servicio diplomático y una multiplicidad de instituciones ligadas al desarrollo de servicios.
NCG