El presidente Donald Trump revocó hoy la autorización al exdirector de la CIA, John Brennan, para acceder a información clasificada, y renovó su amenaza con acciones similares contra varios exfuncionarios de la administración de su antecesor, Barack Obama.
Trump citó la “conducta errática” de Brennan, así como su obligación de proteger información sensible, como las razones para adoptar esa medida, aunque las críticas publicas del también exjefe del Centro Nacional de Contraterrorismo de Obama, parecieron tener peso en esa decisión.
En una declaración leída en la sala de prensa por su vocera Sarah Sanders, el mandatario indicó que la conducta de Brennan rebasó los límites de la cortesía de su gobierno para mantener vigente dicha autorización, conocida como ‘security clearence’, la cual era usual con altos exfuncionarios de administraciones previas.
“El señor Brennan tiene una historia que pone en duda su objetividad y credibilidad”, dijo el mandatario, citando un incidente que ocurrió en 2016, cuando agentes de la Agencia Central de Inteligencia (CIA) accedieron a los expedientes electrónicos de empleados del Congreso.
Trump acusó también al exdirector de la CIA de hacer declaraciones escandalosas y sin fundamento contra su administración, tanto en redes sociales como en apariciones en televisión.
“Las mentiras del señor Brennan y su conducta reciente, caracterizada por creciente comentarios histéricos, es totalmente inconsistente con el acceso a los secretos e instalaciones más resguardadas de la nación, el blanco de nuestros adversarios para sembrar caos y división”, apuntó.
Trump dijo que ha iniciado además un proceso de revisión sobre las autorizaciones de acceso a información clasificada del exdirector nacional de Seguridad, James Clapper; el exdirector de la Oficina Federal de Investigaciones (FBI), James Comey, y la ex procuradora general, Susan Rice.
Otros ex funcionarios de Obama en esa lista incluyen a la ex procuradora Sally Yates; el exsubdirector del FBI, Andrew McCabe, y el exdirector de la Agencia Nacional de Seguridad, Michael Hayden.
Así como el exagente del FBI, Peter Strzok, y la exabogada de esa dependencia, Lisa Page.
Al igual que Brennan, Clapper y Comey -este último despedido por Trump el año pasado- han sido críticos frecuentes del actual mandatario debido a su conducta en torno a la investigación sobre la posible colusión entre su campaña presidencial y Rusia.