El líder de Corea del Norte, Kim Jong-un, ha criticado las sanciones internacionales impuestas a su país, a las que calificó de “bandidescas” durante su visita a un complejo turístico en construcción, recogida hoy por los medios estatales.
Kim expresó su descontento con las sanciones en una reunión con los trabajadores de las obras en el área turística de Wonsan-Kalma, en la costa este del país asiático, en la que arremetió contra “las fuerzas hostiles que intentan sofocar al pueblo coreano mediante sanciones y un bloqueo bandidescos”, dijo la agencia estatal KCNA.
El mariscal, quien estuvo acompañado por su esposa, Ri Sol-ju, y altos funcionarios del partido, dio instrucciones sobre cómo avanzar en la construcción y afirmó que si un proyecto semejante logra “completarse en una época tan difícil y ardua como la de hoy, será una muestra al mundo de la fuerza de unidad” dentro del país.
Desde que Kim y el presidente estadounidense, Donald Trump, se reunieran el 12 de junio en Singapur, Corea del Norte, a través de sus medios estatales y externos, se ha protestado contra las sanciones encabezadas por Washington y pedido que se levanten, pero no es habitual que Kim se pronuncie personalmente en estos términos.
Pionyang asegura que en la cumbre Washington se comprometió a ofrecerle garantías de seguridad y a levantar las sanciones junto con el avance en la mejora de su relación mutua a través del diálogo y la negociación, que parecen haberse estancado.
Estados Unidos insiste en que mantendrá las sanciones sobre el régimen hasta que éste no adopte pasos concretos hacia su desnuclearización, mientras que Pionyang critica que Washington siga aplicando dichas medidas de presión y no avance en la firma de un tratado de paz para la Guerra de Corea (1950-53), que finalizó con un armisticio.
TFA