El plan de operar el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM) con la base aérea de Santa Lucía podría generar un sistema aeroportuario y aeroespacial congestionado, con retrasos y problemas operacionales que impedirían satisfacer la demanda de aviación a largo plazo en la Ciudad de México, informó Mitre.
En un documento entregado a Andrés Manuel López Obrador, la investigadora informó que en caso de que este proyecto quiera ser llevado a cabo en vez de la construcción del Nuevo Aeropuerto Internacional de México (NAIM) se provocaría una interferencia significativa en el espacio aéreo y de procedimiento que limitaría la capacidad entre los flujos de tránsito hacia y desde el AICM y la base militar, por lo que el proyecto lo califican como inviable.
En este sentido, este centro de investigación estadounidense, que fue responsable de realizar los estudios correspondientes para saber la viabilidad del proyecto, reiteró que es raro encontrar espacio disponible cerca de una gran metrópoli para la construcción de un aeropuerto, por lo que consideró que “Texcoco es una verdadera excepción” para la construcción del NAIM.
Además, los responsables de la realización del estudio insistieron que operar dos aeropuertos de manera simultánea es algo inseguro por lo que aeronáuticamente no es viable, no se puede y además crearía un espacio severamente congestionado.
El director del Centro para el Desarrollo de Sistemas Avanzados para la Aviación de la Corporación Mitre, Bernardo Lisker, precisó en marzo pasado que la interferencia se daría al tener dos aviones volando uno del norte y el otro del este que deberán cruzar por el mismo punto, con una separación vertical menor a lo que las reglas establecen, y estaría abajo de mil pies (304 metros), contra la seguridad.
LEG