Hoy tendrá lugar en un hotel de Polanco la conferencia más taquillera de los últimos años.

Se trata de la reaparición en público de la profesora Elba Esther Gordillo Morales, quien hará una declaración después de que un juez federal ordenara su libertad tras cinco años y medio de encarcelamiento.

Hay expectación por lo que la Maestra pueda decir, sobre todo a partir de que su auto de libertad ocurre en la misma administración que ordenó de detención.

Y aunque muchos señalan que no es casualidad que su libertad haya coincidido con la entrega de la constancia de Presidente electo a Andrés Manuel López Obrador, el asunto no va por ahí.

De hecho, es la hora en la que López Obrador no recibe a los familiares cercanos de Gordillo que trabajaron en su campaña y operaron a su favor las “Redes Sociales Progresistas’’.

Ni siquiera se vislumbra que pudieran formar parte de la primera línea de Gobierno en la próxima administración, aunque podrían hacerlo sin tanta publicidad.

Gordillo es una política profesional y no arriesgará declaraciones que contaminen el ambiente de aparente concordia en la transición que justo hoy se formaliza con una reunión entre el gabinete que saldrá y el que comenzará a gobernar a partir del primer día de diciembre.

Incluso hay un asunto relevante que preocupa a la Maestra.

La exoneración de los cargos penales y la recuperación de sus derechos políticos no implican la recuperación de sus derechos sindicales, por lo que no podría volver a la presidencia del SNTE, aun cuando emprendiera acciones legales.
La actual dirigencia que encabeza Juan Díaz de la Torre fue validada por el Poder Judicial de la Federación que rechazó 33 solicitudes de amparo en contra de la reelección de quien fuera pupilo de Gordillo.

En todo caso, la batalla jurídica no sería sólo contra Díaz de la Torre y el SNTE, sino contra el Tribunal Federal de Conciliación y Arbitraje, quien reconoció a la actual dirigencia.

Perooo en derecho, ningún tribunal puede revocar sus propias resoluciones.
En síntesis, veremos si hoy, libre de todo cargo, la Maestra va por justicia o por venganza.

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En días pasados publicamos en este espacio la existencia de un supuesto expediente de Unidad de Inteligencia Financiera de la Secretaría de Hacienda en contra de Díaz de la Torre y Luis Castro, presidente de lo que aún queda de Nueva Alianza.

Pues bien, el fin de semana pasado, la Secretaría de Hacienda precisó que luego de una consulta con la UIF, no se encontró ninguna investigación en contra de ambos personajes.

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Todo apunta a que la elección del presidente del PRI será simplemente la formalización en el cargo de Claudia Ruiz Massieu, para que termine su gestión en marzo del próximo año.

Hasta ayer no había noticias de un priista interesado en disputar el cargo –que durará unos meses-, por lo que es probable que se hayan guardado para la siguiente.

Pero no piense que es gatopardismo, cambiar para que todo siga igual.

No, eso no pasa en el PRI.