Un grupo especial de interés llamado Environmental Working Group (EWG), está publicitando nuevamente información engañosa sobre residuos de pesticida en alimentos. El EWG es una organización líder en la promoción de información engañosa sobre pesticidas, vacunas y otros temas. El EWG es quizás mejor conocido por su listado anual “Dirty Dozen”, que ha sido ampliamente criticado y desacreditado por la comunidad científica, así como por agricultores y otros grupos relacionados (se recomienda revisar el siguiente reporte del Huffington Post y esta perspectiva del investigador Carl Winter de la Universidad de California, Davis).

 

El 15 de agosto de 2018, el EWG liberó un boletín de prensa anunciando haber detectado indicios de glifosato en algunos productos alimenticios. No es raro encontrar rastros de pesticidas en los alimentos ya que algunos productos se producen utilizando pesticidas, los cuales protegen a los cultivos de los insectos, enfermedades y malezas.

 

Es importante destacar que estos niveles no están remotamente cerca de cualquier nivel de preocupación. Las autoridades regulatorias tienen reglas estrictas cuando se trata de residuos de pesticidas. La Agencia de Protección Ambiental de los Estados Unidos (EPA por sus siglas en inglés), por ejemplo, establece límites diarios de exposición al menos 100 veces menores a los niveles mostrados para no tener efectos negativos en estudios de seguridad. Consulte aquí para obtener mayores detalles del proceso empleado por la EPA.

 

Aún en el nivel más alto reportado por el EWG ( mil 300 ppb), un adulto tendría que comer 53.5 kilogramos (118 libras) del producto cada día por el resto de su vida para alcanzar el nivel límite de exposición de la EPA. Por supuesto, ¡nadie está cerca de consumir tanta comida! Usando la avena como ejemplo, 53.5 kilogramos equivalen a 228 porciones o 3,658% de la ingesta diaria recomendada de fibra. Estos números se traducen en la ingesta de 9 ½ porciones cada hora durante toda la vida de una persona sin dormir.

 

El EWG también hace falsas afirmaciones acerca de la seguridad del glifosato para infundir más temores en la gente. La realidad es que el glifosato tiene una historia de más de 40 años de uso seguro. A lo largo de esas cuatro décadas, los investigadores han realizado más de 800 estudios científicos y revisiones que prueban que el uso del glifosato es seguro.

 

El Instituto Nacional de Salud de los Estados Unidos (NIH por sus siglas en inglés) y la Comisión Conjunta sobre Residuos de Pesticidas de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación (FAO por sus siglas en inglés) y la Organización Mundial de la Salud (WHO por sus siglas en inglés) (JMPR por sus siglas en inglés) recientemente reafirmaron que el glifosato no causa cáncer. La EPA y otras agencias regulatoria en Europa, Canadá, Japón, Australia, Corea, y en otras regiones, rutinariamente revisan todos los productos pesticidas aprobados y han reafirmado consistentemente que el glifosato no causa cáncer. Consulte aquí para conocer la postura de Monsanto sobre la reciente opinión del jurado.

 

Las personas y organizaciones con perspectivas diferentes deben sin lugar a dudas de ser parte de las discusiones sobre los alimentos y la agricultura. Pero, el EWG y otros grupos activistas opuestos a la agricultura moderna, estigmatizan en lugar de contribuir con información útil y precisa a la conversación. El resultado es un miedo injustificado y confusión. Esta reciente campaña publicitaria del EWG causará sin duda que algunas personas se preocupen sin razón alguna.

DPC