La Fiscalía de Versalles abrió hoy una investigación por asesinato, tentativa de asesinato y amenazas de muerte contra la autoridad pública después de que un individuo acuchillara a tres personas en Trappes, cerca de París, y acabara con la vida de dos de ellas.
La Dirección Regional de la Policía Judicial de Versalles llevará a cabo la investigación, informó la Fiscalía, que añadió que la Inspección General de la Policía Nacional verificará si los agentes que abrieron fuego contra el autor del suceso, quien resultó muerto, actuaron conforme a la norma.
“Los primeros elementos de la investigación permiten establecer que el autor de los hechos era objeto de una ficha S (personas susceptibles de atentar contra la seguridad del Estado) y era conocido de la justicia tras haber sido condenado en 2003 por una infracción militar”, explicó la Fiscalía.
Más tarde, fue de nuevo perseguido por apología del terrorismo, aunque la investigación fue finalmente archivada.
Según la descripción de los hechos de las autoridades, tres mujeres de 71, 66 y 49 años fueron víctimas de una agresión de arma blanca por parte de un hombre de 36 años.
Las víctimas mortales fueron identificadas como la madre y la hermana del agresor, la primera de las cuales apareció en su domicilio y la segunda en la puerta del mismo.
La tercera era una vecina del barrio, que se encuentra hospitalizada en estado grave.
El hombre se atrincheró en la casa y salió más tarde con un cuchillo en la mano amenazando a la Policía y gritando “Alá es grande, si entráis os mato”, antes de volver a esconderse.
Cuando el hombre salió de nuevo y avanzó escondiendo el cuchillo, los agentes respondieron usando una pistola eléctrica, pero, dado que aquel seguía su camino, dos de los policías dispararon sus armas reglamentaria y acabaron con su vida.
El móvil terrorista se descartó poco después de los hechos, cuando el ministro francés del Interior, Gérard Collomb, destacó que el hombre tenía “problemas psiquiátricos importantes” y que la Policía daba prioridad a la hipótesis de un conflicto familiar.
La investigación tratará de determinar ahora cuál era la motivación del autor, “de momento incierta”.
La prensa francesa avanzó hoy algunos detalles del individuo, nacido en 1982 y con un perfil de inestabilidad.
De hecho, las autoridades consideraron que su radicalismo respondía a su carácter “fantasioso”.
Según el canal BFM TV, trabajó como conductor de autobuses en el servicio público de la capital, pero fue despedido por no respetar el laicismo y parar el vehículo para proferir “propósitos incoherentes”.
aarl