Aunque algunos medios de comunicación y comentaristas han publicado que Miguel Ángel Mancera prepara la edición de un periódico, están equivocados.

El proyecto del ex jefe de Gobierno es crear un nuevo partido político que rescate los postulados de la izquierda mexicana que a su consideración han quedado en el limbo.

Mancera ha cabildeado desde hace meses esa opción.

Igualmente, Margarita Zavala se prepara la lanzar una convocatoria nacional para crear un partido político nuevo, bajo los postulados que a su juicio olvidó el Partido Acción Nacional, del que formó parte.

En ambos casos, las experiencias particulares en las elecciones pasadas, tanto en el PRD como en el PAN, cortaron dos carrera políticas que prometían más.

Mancera aceptó postergar sus aspiraciones presidenciales para apostar por la coalición con el PAN; el candidato, como sabe, fue Ricardo Anaya con los resultados por todos conocidos.

Incluso, en la negociación, Mancera tuvo que conformarse con la senaduría plurinominal que le ofreció el PAN –y no el PRD- por el estado de Chiapas.

En su momento, Mancera creyó tener posibilidades de convertirse en fiscal general pues gozaba igualmente del reconocimiento del PRI y del PAN.

No lo fue y no lo será.

Su futuro dependerá de que concrete su propio partido político y que éste sea distinto al PRD tradicional, que pasó de ser la segunda a tercera fuerza política en el país a la denominación de “chiquillada’’.

El caso de Margarita Zavala es parecido, aunque con sus diferencias.

Igualmente damnificada política por la apropiación del PAN que hizo Anaya, se postuló como candidata presidencial independiente para renunciar a dicha candidatura a dos meses de la elección.

Zavala se convirtió en símbolo del panismo tradicional, pero ello no le sirvió ni siquiera para llenar la plaza de un mercado municipal.

Sin embargo, sigue siendo reconocida en todo el país.

Si a ello agregamos que durante la gestión de su esposo, el ex presidente Felipe Calderón, logró alianzas importantes con empresarios y políticos que siguen siendo afines al michoacano, tendrá financiamiento y seguidores para crear su propio partido político, competencia del PAN.

A ver.

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Por cierto, el asunto del periódico que supuestamente sería propiedad de Mancera, en realidad es un proyecto del ex secretario de Movilidad y ex secretario de Gobierno de la CDMX, Héctor Serrano.

Serrano sí propuso al ex jefe de gobierno que se involucrara en el proyecto pero Mancera lo rechazó.

Así que si se concreta la aparición de ese diario –cuya inversión inicial dicen sería de 120 millones de pesos-, ya saben de quién fue la idea.

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Ayer no hizo nombramientos pero de todas formas Andrés Manuel López Obrador dio nota.

A través de un video informó que impulsará la creación de escuelas de beisbol, su deporte favorito, que pretende ser algo así como el deporte nacional en sustitución del fútbol.

Y no es una ocurrencia.

Al tabasqueño realmente le gusta el llamado rey de los deportes.

Todo bien, nomás que diga en dónde habrá campos para practicarlo porque, al menos en la CDMX, encontrar un campo es más difícil que creer en la inocencia de Javier Duarte.