Foto: EFE El español encaró la última participación de su carrera en un Grand Slam antes de decir adiós definitivamente el año próximo  

La noche del pasado lunes 27 de agosto de 2018 dejó sabor a despedida, tras el último capítulo de una historia plagada de relatos brillantes bajo el puño y letra de David Ferrer. En esta edición del US Open, el español encaró la última participación de su carrera en un Grand Slam antes de decir adiós definitivamente el año próximo, tal y como tiene previsto, en una pequeña gira por los torneos de Auckland, Buenos Aires, Acapulco, Barcelona y Madrid en 2019.

 

Si cumple con esta ruta, Ferrer colgará la raqueta a los 37 años en el Madrid Open. Detrás de un legado imborrable con el tercer sitio de la ATP, además de 27 títulos del circuito, incluyendo el Masters 1,000 de París en 2012. Eso sí, el ibérico deja algo mucho más importante que levantar cualquier trofeo o haber ascendido hasta la élite de la clasificación mundial: abrirse paso en el corazón de los aficionados y ganar el respeto de los rivales.

 

“Estoy un poco triste, estaba jugando bien e incluso ganaba en el segundo set”, comentó Ferrer, que hizo un primer balance de su carrera en lo que ha sido su último Grand Slam, uno de esos cinco grandes torneos del circuito que jamás logró conquistar pese a su regularidad y alto nivel durante años, que le llevó a ser el número tres hace 10 años.

 

Precisamente esos que durante tantos años se han situado al otro lado de la red, no dudan en rendir homenaje al de Javea. El primero de ellos, su último rival en Flushing Meadows, su compatriota y amigo Rafael Nadal, que vio cómo Ferrer no podía continuar en pista cuando el marcador se encontraba en 6-3, 3-4. “David ha sido uno de los jugadores más regulares y que ha mantenido un nivel más alto durante más tiempo. Siempre ha ido mejorando a lo largo de su carrera, es un jugador al que valoro muchísimo”, reveló el número uno del mundo.

 

En este sentido, Juan Martín del Potro coincide con Rafa. “Creo que no ha ganado Roland Garros varias veces porque está Nadal, sino seguramente hubiese logrado varios títulos en París y durante mucho tiempo fue un jugador al que nadie quería enfrentar”, asegura el argentino.

 

“Tengo una gran relación con él y lejos de estar triste, creo que es un ejemplo de carrera, de jugador y de persona. El día que diga basta definitivamente se le va a extrañar mucho en el circuito, ha conseguido cosas muy valiosas en el Tour”, continúa Del Potro, que mantiene una marca de 7-6 con Ferrer. “Como tenista deja una huella y como persona también”.

 

LEG