La Comisión Europea (CE) hará una propuesta legislativa para eliminar el cambio horario bianual en la Unión Europea (UE), según el deseo manifestado por los ciudadanos europeos a través de una consulta pública.
“Millones de ciudadanos han dicho que ya no quieren seguir cambiando los relojes. La CE hará lo que piden”, enfatizó hoy el presidente de la Comisión, Jean-Claude Juncker, en unas declaraciones a un medio alemán.
Un 84% de los ciudadanos europeos y un 93% de los españoles que participaron en la consulta sobre el cambio de hora se pronunciaron a favor de eliminar esta práctica, según los resultados preliminares de la encuesta publicados hoy por la Comisión.
La CE obtuvo más de 4.6 millones de respuestas de ciudadanos de los 28 Estados miembros en una consulta que mantuvo abierta del 4 de julio al 16 de agosto pasados.
Los resultados preliminares muestran, además de un mayoritario rechazo al cambio de hora dos veces al año, que más de tres cuartas partes (el 76%) de los encuestados consideran que éste supone una experiencia “muy negativa” o “negativa”, un porcentaje que se eleva a cerca del 90 % en el caso de España.
En concreto, aludieron a los efectos negativos en la salud, el aumento de los accidentes de tráfico o la ausencia de ahorro energético como motivos para acabar con esta práctica.
Destacó la alta participación de países del norte de Europa con Alemania a la cabeza y una tasa del 3,79 % de su población nacional, seguido de Austria (2,94 %) y Luxemburgo (1,78 %).
Los países con menor tasa de participación fueron el Reino Unido (0,02 %) y Rumanía e Italia (ambos con un 0,04 %), mientras que en el caso de España fue del 0,19 %.
Tras debatir estos resultados a nivel interno, la CE ha decidido que presentará “en su debido momento” una propuesta legislativa para poner fin al cambio horario, dijo en rueda de prensa el portavoz comunitario Alexander Winterstein, quien precisó que el establecimiento del horario en cada Estado miembro “será siempre una competencia nacional”.
El portavoz puntualizó las palabras de Juncker, quien había dejado entrever que se mantendría el horario de verano una vez se supriman los cambios.
“Era su forma de decir que ya no habría la obligación de cambiar dos veces el reloj a lo largo del año. No especularía con lo que la propuesta (legislativa) dirá”, precisó Winterstein, quien confió en que los países de la UE acuerden un resultado que “tenga sentido para los ciudadanos y las empresas”.
Recordó que actualmente en Europa “hay tres zonas horarias en las que los países han escogido diferentes husos”.
Fuentes comunitarias dijeron que la CE decidió plantear esta propuesta dado que los beneficios del cambio horario son “marginales y no hay ningún estudio que diga lo contrario”, y alegaron que su abolición podrá tener impactos positivos sobre la salud de los europeos, la seguridad vial, la agricultura o incluso en el ordeño vacuno.
Además, aseguraron que países como Finlandia o Estonia habían expresado a Bruselas su descontento con tener que cambiar los relojes dos veces al año.
La consulta fue convocada en respuesta a una resolución de la Eurocámara del pasado febrero y a petición de los Estados miembros, las partes interesadas y los ciudadanos.
Se preguntó en la encuesta si los ciudadanos deseaban mantener o abolir el doble cambio de hora y, en este último caso, qué horario permanente preferirían, si el de verano o el de invierno. También podían exponer las razones de su decisión.
Desde 1996 se adelantan en la UE los relojes una hora el último domingo de marzo y se atrasan una hora el último domingo de octubre.
Según la CE, el objetivo de la directiva del cambio horario no era armonizar el régimen horario en la UE, sino resolver los problemas derivados de una aplicación descoordinada de los cambios de hora a lo largo del año, sobre todo para el transporte y la logística.
La iniciativa que presente la CE deberá ser debatida por el Parlamento Europeo y el Consejo de la UE.
Aunque Winterstein aseguró que la consulta “no ha sido un referendo”, reconoció que ha reforzado la importancia de las encuestas públicas a la hora de tomar decisiones.
“Cuando los ciudadanos se expresan hay que tenerlo en cuenta, y eso es exactamente lo que estamos haciendo”, dijo el portavoz.
TFA