Los equipos de Enrique Peña Nieto y Andrés Manuel López Obrador, Presidente constitucional y Presidente electo, se dirigieron del Salón Verde al Salón Embajadores en Palacio Nacional.
Marcelo Ebrard, de forma amable, cedió el paso e hizo una indicación con la mano a Luis Videgaray. El canciller mexicano no aceptó la cortesía, y de forma casi inmediata, también amablemente, comentó a quien lo sustituirá a partir del 1 de diciembre: “Ustedes primero… todavía somos anfitriones”.
La escena que se dio el 20 de agosto, día en que se reunieron por primera vez los dos gabinetes, sintetiza la dinámica en la que se ha llevado la transición: un tanto apresurada y ansiosa por parte del Gobierno electo, que quiere ya tomar el poder. Y por parte del Gobierno constitucional, la indicación cortés de señalar: “Espérense tantito; aún no acaba el mandato constitucional del presidente Peña”.
Y es que si se es riguroso en la interpretación de la ley y lo que sucede en la transición, los mexicanos votaron el 1 de julio de 2012 porque EPN encabezara el Poder Ejecutivo hasta el 1 de diciembre de 2018. Y el 1 de julio pasado, 30 millones de electores decidieron que AMLO encabece el Ejecutivo a partir del 1 de diciembre. Ni antes, ni después. Y así debería de ser, simplemente porque hay que cumplir la ley.
Y en esa lógica de la forma es fondo, de la que hablaba Jesús Reyes Heroles, ideólogo de los priistas, veremos un fin de año con dos grupos que ejercen el poder. Uno que no lo soltará antes de lo que dice la ley y otro que ya comienza a ejercerlo en algunos sectores, en la forma y en el fondo.
Por eso, inmediatamente después de que el Gobierno de México y el de EU alcanzaron un entendimiento en materia comercial, en el marco de la renegociación del TLCAN, Ebrard fijó la postura del Gobierno electo: el entendimiento “recoge las principales preocupaciones planteadas por el equipo del Presidente electo”.
Y también en esa lógica, EPN insistió, en aquella reunión del 20 de agosto, en que en política educativa ejercerá lo que se establece en la legislación hasta el último día de su mandato, y en lo que respecta al Nuevo Aeropuerto Internacional de México, se complicarán los contratos. Una postura que más de necedad, es el hecho de estar dentro de la legalidad.
Por otra parte, la decisión de realizar una consulta todavía dentro de la administración de Peña Nieto, y de decirle al Presidente en su cara que la reforma educativa se va a cancelar, es una forma de ejercer el poder antes de lo que la ley señala.
#¿LoboEstásAhí?
La política de prevención de las drogas es exigua. No vemos en el horizonte programas consistentes que vayan de la mano con una campaña informativa; lo que sí vemos es cómo se fortalecen las narcoseries que hacen apología del crimen organizado y que glamurizan a los jefes de las mafias: ropa de moda, autos último modelo, joyas, viajes, etcétera.
En estos tiempos se extraña y extraña que no se haya decidido continuar en TV Mexiquense con el programa de prevención Fondo para que no caigas… Bueno, dicen por ahí que hay prioridades. Ojalá y esté la prevención contra las drogas dentro del gobierno de Alfredo del Mazo.