Riesgo de inundación, en NAIM
El polígono del Nuevo Aeropuerto Internacional de México (NAIM) y de los municipios aledaños está en riesgo de enfrentar graves inundaciones y desabasto de agua, toda vez que el proyecto aeroportuario se ubica en el vaso del Lago de Texcoco, la cual es una área natural de inundación, y en donde convergen los desagües del Valle de México.
Así lo advirtió el ex director general de la Comisión Nacional del Agua (Conagua), José Luis Luege Tamargo, y quien fue convocado por el próximo Secretario de Comunicaciones y Transportes (SCT), Javier Jiménez Espriú, para integrarse a un grupo de expertos para analizar la situación hidrológica y ambiental del proyecto del NAIM.
En una entrevista con 24 HORAS, el también presidente de la Fundación Ciudad Posible dijo que él no puede opinar sobre la cancelación del NAIM, pues eso es una decisión de Estado, su “postura es técnica en el ámbito hidrológico y ambiental”, y ahí existen riesgos de consideración, incluso hasta ecocidio.
En tanto, mañana termina el plazo para que los ingenieros entreguen al equipo de Javier Jiménez Espríu sus conclusiones técnicas sobre si se debe continuar con el NAIM o se cancela y se decide construir dos pistas en la base militar de Santa Lucía. Después de darse este informe se instalarán las mesas de análisis técnico y más adelante se preparará la encuesta o la consulta popular.
¿Quiénes conformaron el equipo de expertos en hidrología y cuál fue la petición que les formuló Jiménez Espriú?
−Se conformó un grupo técnico con personal del Instituto de Ingeniería de la UNAM; un ambientalista de la Universidad Autónoma de Morelos, y un servidor con algunos geólogos e ingenieros que colaboraron conmigo en la Conagua (2006-2012). Y este equipo fue coordinado por Jorge Arganis Díaz Leal (ex presidente del Colegio de Ingenieros y ex secretario de Obras del gobierno capitalino).
El futuro titular de la SCT nos hizo una pregunta: ‘¿Hay seguridad desde el punto de vista hidrológico para la operación del NAIM, así como para las comunidades circunvecinas?’ Y para contestar esta pregunta tuvimos un mes de plazo para responderla con bases científicas.
Analizamos mucha información, realizamos sobrevuelos en el polígono del NAIM (de 5 mil hectáreas de extensión), tuvimos reuniones con miembros del Grupo Aeroportuario de la Ciudad de México (GACM), de la Conagua, de Semarnat, del Instituto de Ingeniería de la UNAM, del IPN, con el titular de la SCT, Gerardo Ruiz Esparza, y también estuvo presente el próximo secretario, Javier Jiménez Espríu.
¿Qué arrojaron los estudios y las mesas de trabajo?
−Debemos dejar muy claro que donde se localiza el polígono del NAIM corresponde al vaso del Lago de Texcoco, la cual históricamente es una zona natural de inundación. Y además, en esta área convergen los principales desagües del Valle de México, de los ríos del oriente y del poniente, los cuales se dirigen al Gran Canal del Desagüe y al sistema del Drenaje Profundo (Túnel Emisor Central). Es decir, a esta zona llega una gran cantidad de aguas negras, y que, pese a que el NAIM tiene proyectados modernos y sofisticados sistema de drenaje, las aguas se descargarán a una laguna reguladora dentro del mismo polígono(…) Está comprobado que la zona federal del Lago de Texcoco tiene hundimientos que varían entre 20 y 40 centímetros anuales lo que impacta todos los drenes superficiales del drenaje; este fenómeno ya es irreversible y continuará debido a la sobre explotación del acuífero. Y ante esto urgen nuevos sistemas de drenaje profundo, pues los de superficie ya son insuficientes, y esto no está considerado en el proyecto del NAIM.
¿Quiere decir que el NAIM tuvo omisiones o deficiencias en estudios?
−La Manifestación de Impacto Ambiental (MIA) que se hizo para la obra del NAIM fue un documento justificatorio, que sólo se hizo para autorizar a botepronto el proyecto, y que violó la Ley General de Equilibrio Ecológico y Protección al Ambiente, porque, de acuerdo a la característica del NAIM, la ley obliga a una MIA-R -que significa regional-, y las autoridades sólo la hicieron para evaluar el polígono, lo que pasa al interior, y eso está muy grave. Una MIA-R te obliga a revisar todos los aspectos de carácter ambiental, hidrológico, urbano, de movilidad y de seguridad en todo el entorno regional. La intención de estos estudios es evaluar cómo impacta el NAIM en el entorno, y eso no lo hicieron. No estaban contempladas las afectaciones al lago Nabor Carrillo, y mucho menos estaba integrado a fondo el tema hidrológico.
¿La deficiencia de la MIA se ventiló en las reuniones con autoridades?
−Desde la primera reunión lo dejé muy claro, y nadie dijo nada. Ahí estaban el titular de la SCT, Ruiz Esparza, funcionarios de alto nivel de la Semarnat, de la Profepa, Conafor y la Conagua, y nadie me desmintió.
¿El riesgo de inundación es inminente?
−Nuestra conclusión fue muy clara: ‘No están dadas las condiciones de seguridad para la operación del NAIM, y menos con las comunidades que están aledañas. Hay riesgo por el hundimiento y de inundaciones severas.
Desde 2014 te opusiste técnicamente al proyecto del NAIM, ¿lo reafirmas ahora?
−Aclaro que yo no aprovecho la coyuntura contra el NAIM, desde 2014 mi posición fue muy clara: la zona federal del Lago de Texcoco representa el último reducto de lo fue el antiguo Lago, y que la mejor opción para un nuevo aeropuerto era en Tizayuca, Hidalgo.
Como director general de la Conagua yo registré el proyecto del Parque Ecológico Lago de Texcoco que contemplaba deportivos, restaurantes, áreas culturales, lagos y zonas educativas que nos permitieran la sostenibilidad al parque. Además, de la creación de lagunas de captación de agua para potabilizar. Se trataba de un parque ecológico de mayor dimensión en el mundo.
¿Tu posición es que se cancele el NAIM?
−No es mi postura. Mantengo mi opinión de 2014, pero no puedo opinar con respecto a cancelar el proyecto, pues esa es una decisión de Estado. Dado el enorme avance que también lleva el NAIM se requiere de una evaluación de gran dimensión.
Yo sólo opino en el ámbito hidrológico y ambiental, y ahí hay potenciales riesgos si no se ponen en marcha grandes obras de drenaje profundo que engloben el entorno urbano de miles de colonias.
¿Qué hacer en lo inmediato?
−Propongo 18 programas hidráulicos, que hasta ahora no hemos cuantificado sus costos, y están divididos en sistemas de drenaje profundo, sistemas de lagunas reguladoras y de captación de agua, protección con bardas de toda la zona federal y realizar trabajo social en el entorno.
En la parte de drenaje profundo, es imprescindible iniciar el Túnel Profundo Dren General del Valle, concluir el Túnel Emisor Oriente (TEO, que se inició en 2008), construir el Túnel Profundo Gran Canal del Desagüe, concluir el Túnel Poniente II, y estudiar otros interceptores profundos que se deben construir, porque no pueden resolver ni el río de la Piedad, ni el Churubusco, ni el Mixcoac. Los sistemas interceptores deben estar diseñados para operar alternativamente con los dos túneles, Emisor Central y el TEO. Estamos hablando de una gran complejidad de ingeniería hidráulica que será muy costosa, y que no está prevista en el proyecto del NAIM.
¿Y el Lago Nabor Carillo lo están secando?
−Existe otro problema. La Conagua proyecto construir cinco lagunas de regulación, pero sólo se hizo una, ya que las autoridades metieron el Nabor Carrillo como laguna reguladora, y eso es un ecocidio que no se puede tolerar. Este lago no fue considerado en la MIA como laguna reguladora. Los estudios del Grupo MITRE no son públicos, pero conozco su opinión en el sentido de que no puede estar el Nabor Carillo como espejo permanente de agua, sobre todo en el invierno, porque sus estudios dicen que se pude tener las cabeceras de las pistas al lado de mar y de grades lagos, pero no en cuerpos puntuales donde hay alta concentración de aves en determinadas épocas del año. El Nabor −creado en la década de los 80 con agua tratada−, replicó la forma del viejo lago y por eso regresaron, en el invierno, las aves migratorias de EU y Canadá.
LEG