La historia comienza con una pérdida… una mujer que siendo joven dejó todo en pos de otros aires, y ella misma -de vieja-, decide desaparecer si dejar rastro. Su nieto, en busca de una pista que lo condujera hacía ella revisó su armario y se encentró con Las Historias del capitán implacable.
¡Ojo! Si la ves, viste un chal negro de lana con cocolitos rojos sobre un suéter café muy usado y un mandil con estampado de margaritas y rosas amarillas, manchado por el pibil que cocinó hace algunos domingos. Su familia la busca, y advierten, que si le haces la plática, seas cauteloso o podría volver a desaparecer.
Rudo y sin piedad. Gerardo de la Cruz, el autor de esta increíble novela, además, ha publicado La inacabada vida y obra de J. Chirgo y A propósito del autor. En una entrevista para 24 HORAS, nos contó la desventura historia del desalmado san Apolonio, antes de convertirse en mito.
Gerardo de la Cruz, dice deberle su oficio al escritor Juan José Arreola; ya que creció a su lado, y no por haberlo leído, sino por verlo en la televisión con el programa Arreola y su mundo. Este programa lo acercó al mundo de la palabra –era transmitido antes de la barra de programación infantil-, ya que despertó su curiosidad infantil y rescata en El capitán Implacable.
Los textos infantiles que el autor consumía, fueron creando en él, un ávido tejedor de historias. Fantomas, argumentado por Gonzalo Martré, fue uno de los comics a los que tuvo acceso. “En los diálogos le metían citas como ‘hombres necios que acusáis a la mujer sin razón’, y en el pie venía quién y cuándo lo habían dicho, esos textos eran increíbles”, comentó de la Cruz.
Naufragando en La Vagamunda (barco pirata lleno de temerarios)
¿Cómo empieza a construir la historia del Capitán Implacable?
-Es una historia de muchos años. Yo estudié en la SOGEM, ahí escribí un cuentito que fue una mini novela de una página cada historia, con 20 capitulitos. Se llamaba La historia de San Martín el grande o algo así; era la historia de un pueblo muy muy chiquito donde pasan cosas muy muy grandes.
Lo guardé y pasaron los años… ordenando mis documentos me encontré con el cuentito y lo retomé. Me propuse rescribirlo porque tenía todo el tono de una novela infantil.
En el libro ¿por qué siendo literatura infantil, el lenguaje es complejo?
-Yo estaba muy peleado con la novela infantil que aplana el vocabulario, que lo condensan y lo limitan, además, con estructuras fáciles. Mi novela no es una historia con una estructura complicada, son historias continuas que se entretejen. Yo lo que quería hacer era un mini Quijote y decirle al joven lector que nadie le tiene que limitar el lenguaje; que es completamente capaz de tomar un diccionario y buscar las palabras que no sepa.
¿Qué debe esperar tu lector?
-Va a encontrar cosas diversas e interesantes. Desde situaciones inverosímiles hasta situaciones fantásticas o muy realistas. Se va a encontrar con una historia que diverge en distintas situaciones que se entrelazan. Yo dejo que el lector tome esas ideas, vuele y las continúe. El Capitán Implacable tiene la misión de estimular la imaginación.
LEG