Foto: Reuters/Archivo En ese momento las autoridades británicas calificaron el ataque como "intento de asesinato" y ordenaron la expulsión de 23 diplomáticos rusos  

La primera ministra del Reino Unido, Theresa May, aseguró que dos agentes del servicio de inteligencia militar ruso son los sospechosos de realizar un ataque en suelo inglés en marzo pasado, con una sustancia química prohibida.

Los sospechosos Petrov y Ruslan Boshirov pertenecen al servicio de inteligencia militar ruso, conocido como GRU, acusó May. “Fue correcto en marzo decir que fue el Estado ruso el responsable, y ahora que hemos identificado a estos individuos involucrados, podemos ir aún más lejos”, aseveró May.

La primera ministra se comprometió hoy en la Cámara de Diputados a reforzar “nuestro esfuerzo colectivo específicamente contra GRU”. Tras condenar el ataque, aseveró que “no fue un operativo solitario”, sino “casi seguro aprobado a un nivel alto del Estado ruso”.

La fiscalía británica citó a los sujetos rusos como los responsables de intentar asesinar a Sergei Skripal y causar daños físicos de gravedad a su hija Yulia Skripal y al policía Nick Bailey. El incidente, ocurrido en marzo pasado en la ciudad inglesa de Salisbury, provocó una crisis diplomática entre Reino Unido y Rusia.

En ese momento las autoridades británicas calificaron el ataque como “intento de asesinato” y ordenaron la expulsión de 23 diplomáticos rusos ante la negativa de Moscú de emitir una explicación.

Las autoridades británicas señalan que el exdoble agente ruso Sergei Skripal y su hija fueron envenenados con “novichok”, un agente nervioso producido en laboratorios del gobierno ruso. Ambos fueron descubiertos inconscientes en una banca de la ciudad inglesa de Salisbury el 4 de marzo pasado.

Skripal fue un militar ruso condenado en 2006 a 13 años de cárcel por “alta traición en forma de espionaje”, por colaborar con el servicio de inteligencia británico, MI6. Skripal reside en Reino Unido desde 2010, tras un intercambio de espías entre los gobiernos ruso y estadunidense.

Su hija Yulia visitaba a su padre en Inglaterra cuando sucedió el ataque que desató la crisis diplomática con Rusia. Yulia Skripal, de 33 años, estuvo en coma durante 20 días y fue dada de alta en abril pasado, mientras que su padre -quien se recupera más lentamente- salió del hospital el 18 de mayo pasado.

La fiscalía extendió una orden de extradición europea en caso de que los dos sujetos sospechosos viajen a algún país de Europa. La constitución rusa prohíbe la extradición de sus nacionales para enfrentar la justicia en otros países, por lo que la fiscalía británica buscará otros caminos.

 

NCG