NUEVA YORK.- La estadunidense Serena Williams, ex número uno y decimoséptima cabeza de serie, ya está de nuevo en las semifinales del Abierto de Estados Unidos, mientras que su compatriota, la campeona defensora, Sloane Stephens, quedó eliminada.

 

La menor de las hermanas Williams sigue sin tener un tenis de recursos técnicos, pero sí ha recuperado su mejor condición física tras regresar a las pistas después de ser madre por primera vez, y le bastó para lograr una remontada ante la checa Karrolina Pliskova, octava cabeza de serie, a la que ganó por 6-4 y 6-3.

 

El triunfo sirvió a Williams para seguir en su objetivo de conseguir el séptimo título del Abierto de Estado Unidos y su vigésimo cuarto de Grand Slam, que le permitiría empatar a la mejor marca de todos los tiempos que está en poder de la legendaria Margaret Court.

 

Williams, que también se vengó de la derrota que había sufrido en las semifinales del Abierto de Estados Unidos de 2016 ante Pliskova, en el mismo escenario, la pista central Arthur Ashe Stadium, tiene ya garantizado pasar de su actual puesto de número 26 del mundo a acercarse al ‘top 10’, si el sábado vence en la final.

 

Pero al margen del triunfo logrado, la estadísticas del partido mostraron un pobre rendimiento de ambas jugadoras, con Pliskova que tuvo un parcial de 3-1 en la primera manga y a pesar de disponer de tres puntos de rotura para el 4-1 no pudo convertir.

 

Williams finalmente mantuvo el servicio en el decimoquinto punto del juego para mantenerse en el partido y de ahí comenzar la remontada en base a todo su poder físico.

 

“Los aficionados estaban realmente de mi lado y me sentí tan mal que no estaba ganando, que de inmediato sentí la necesidad de intentar luchar aun más para cambiar las cosas”, declaró Williams. “Eso fue lo que sucedió”.

 

Williams hizo un tanto, rompiendo el servicio para 4-4. Williams mantuvo el 5-4 y cerró la manga a su favor con la rotura que le hizo a Pliskova en la segunda oportunidad que tuvo tras un revés fallado de la tenista checa de 24 años, que había alcanzado la final en 2016 y la perdió frente a la alemana Angelique Kerber.

 

La segunda manga fue más fácil para Williams, que de nuevo, sin cometer los 22 errores no forzados de la primera, hizo lo justo para asegurar la victoria.

 

Las semifinales esperan de nuevo a la menor de las hermanas Williams y su rival será la letona de 28 años Anastasija Sevastova, quien fue superior a Stephens, que al igual que le pasó la noche anterior al suizo Roger Federer no pudo con el juego de su rival ni con el fuerte calor y la humedad reinante en Flushing Meadows y perdió por 6-2 y 6-3.

 

El duelo entre Williams y Sevastova será el tercero como profesional con ventaja de 2-0 para la ex número uno del mundo.

 

Stephens salió eliminada y frustrada después de perder ante la misma rival con la que se encontró hace un año, cuando, dos partidos después, logró el gran triunfo de su carrera profesional al proclamarse campeona del Abierto de Estados Unidos.

 

“No jugué bien los grandes puntos, y no ganas partidos cuando no aprovechas tus oportunidades”, admitió Stephens tras la derrota. “Mental y físicamente, nunca estuve coordinada y ahí se dio la clave de la derrota”.

 

Stephens, que ahora tiene empatada a 2-2 la serie entre ambas tenistas, admitió que había sido “un día realmente duro. El calor tampoco me ayudó ni lo puso fácil”.

 

Sin embargo, Stephens reconoció que a pesar de la “frustración” de la derrota, le queda la tranquilidad de que “intentó” encontrar su mejor concentración y remontar el marcador adverso que siempre tuvo.

 

“Así que el hecho de llegar a los cuartos de final y jugar partidos realmente buenos y competí tan duro como pude, significa que tengo mucho de lo que estar orgullosa”, subrayó Stephens. “Y, obviamente, defender un título es muy difícil, muy difícil”.

DPC