La relación comercial entre Canadá y Estados Unidos es una de las más grandes y dinámicas del mundo, con una frontera de ocho mil 891 kilómetros por la que diariamente atraviesan dos mil 400 millones de dólares en bienes y servicios y 400 mil personas.
En la renegociación que se reinició este miércoles en Washington para sumar a Canadá al entendimiento comercial entre Estados Unidos y México y renegociar el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) está en juego un comercio bilateral de 882 mil millones de dólares anuales.
Ambos países firmaron en 1988 un Acuerdo de Libre Comercio para impulsar el flujo comercial y las inversiones. A iniciativa del entonces primer ministro Brian Mulroney, se incorporó a México para dar vida en 1994 al TLCAN.
La relación comercial bilateral se mantiene equitativa en lo general y en algunos sectores ambos países muestran algún superávit, de acuerdo con lo que revelan las cifras.
Pese a las acusaciones de Donald Trump de que el comercio con Canadá es deficitario para su país, la representación comercial estadounidense ha aceptado que el superávit comercial de bienes y servicios con Canadá le fue favorable a su país por 12.5 mil millones de dólares en 2016.
Diversas fuentes políticas canadienses aseguran que desde que tomó posesión la actual administración estadounidense el comercio bilateral se ha visto afectado al grado de ensombrecer la relación política al más alto nivel.
El 25 de abril de 2017 Trump impuso un arancel superior al 20 por ciento a las importaciones de maderas blandas canadienses.
Posteriormente, amenazó con imponer aranceles a los aviones de Bombardier y también al papel que se utiliza para las revistas, lo que finalmente no se concretó.
El proteccionismo estadunidense también incluyó a Canadá, su principal socio comercial, en la imposición de tarifas a las importaciones de acero y aluminio, de 25 y 10 por ciento, respectivamente, sobre la base de que representan un “peligro” para la seguridad nacional de Estados Unidos.
Canadá es la principal fuente de las importaciones de acero a Estados Unidos, seguido de Brasil y Corea del Sur.
En 2015 Canadá exportó cerca de 60 por ciento de su acero a su vecino estadunidense, lo cual representó 15 por ciento más que lo exportado en 2014, según un reporte de la Administración canadiense de Comercio Internacional.
El Capítulo 19 de resolución de controversias del TLCAN ha sido un instrumento efectivo para que Canadá interponga querellas comerciales contra su socio y vecino por el comercio de maderas, carne, aeroespacial y recientemente acero y aluminio.
En la mayoría de los casos los tribunales han fallado a favor de Canadá, por lo que en las negociaciones Ottawa seguirá presionando para que se mantenga este capítulo, que fue sacado del acuerdo México-Estados Unidos.
La defensa canadiense del Capítulo 19 data desde las primeras negociaciones con los estadunidenses en 1987, donde llegaron a suspender las negociaciones hasta que no se aceptara incluirlo.
Ahora, 30 años después, de nueva cuenta ese capítulo de resolución de controversias está en el centro de las discusiones bilaterales.
A pesar de las asperezas comerciales en algunos sectores, el intercambio comercial entre ambos países se mantiene fuerte y dinámico, sobre todo en el sector automotriz, que tiene su “epicentro” en la línea fronteriza de Windsor, Ontario (Canadá) y Detroit, Michigan (Estados Unidos).
Según datos del gobierno canadiense, la relación bilateral considerando el comercio y las inversiones asciende a 1.4 trillones de dólares, mientras que nueve millones de empleos estadunidenses dependen del comercio y las inversiones con Canadá.
Canadá es el cliente número uno para la mayoría de los estados de la unión americana, según cifras oficiales.
Asimismo, Canadá es el más grande abastecedor de energéticos a Estados Unidos, principalmente petróleo crudo, gas natural, uranio, derivados del petróleo, electricidad y carbón.
Aproximadamente, el 99 por ciento de las exportaciones petroleras canadienses van a Estados Unidos totalizando casi dos mil barriles por día.
El gobierno de Justin Trudeau apoya el proyecto de 7.4 millones de dólares de la estadounidense Kinder Morgan para expandir 980 kilómetros el oleoducto Trans Mountain para llevar petróleo de Alberta hacia la costa suroeste del país, que incluye Columbia Británica y el estado de Washington en Estados Unidos.
En las negociaciones bilaterales en curso la delegación canadiense, encabezada por la ministra Chrystia Freeland, seguirá presionando para defender el Capítulo 19 y su sistema de control de suministros de lácteos, duramente criticado por Trump, según las declaraciones oficiales de la representación.
De la evolución de estas conversaciones y de la capacidad de los canadienses para negociar con sus contrapartes estadounidenses dependen miles de empleos de ambos lados de la frontera.
TFA